El Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) recuperó este 31 de octubre tres esferas precolombinas de gran tamaño. Una de ellas tiene un diámetro de 1,81 metros y pesa más de cinco toneladas. Las otras no se quedan atrás, pues sus diámetros son de 1,29 y 1,21 metros.
La empresa Matra las tuvo bajo su custodia durante cinco décadas y coordinó con el Museo para su devolución y transporte.
La faena comenzó temprano, a las 7:30 a. m. Personal especializado del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural del Museo Nacional estuvo pendiente de cada detalle. Por el peso y dimensiones de las obras precolombinas se requirió maquinaria especial para colocarlas en una grúa de plataformas.
Ellos también custodiaron el transporte desde la empresa, en Lindora, Santa Ana, hasta las sedes del Museo, en Pavas y el centro de San José. El traslado debía hacerse lentamente, no solo por el peso de las esferas, también por su valor. Estas esferas, de varios siglos de antigüedad, son parte del patrimonio de todos los costarricenses.
Anteriormente, personas, instituciones y empresas adquirían bienes patrimoniales y los mantenían en sus instalaciones o casas. No obstante, con la entrada en vigor de la ley 6703 de 1982, quedó claro que el Museo Nacional es la institución encargada del patrimonio arqueológico y que la tenencia particular de estos bienes es ilegal. En las últimas décadas, la institución se ha encargado de recuperar poco a poco los objetos precolombinos.
“Los bienes patrimoniales son de todos los costarricenses y todos los ciudadanos del mundo que los deseen apreciar; las esferas de piedra del Diquís le dieron el valor universal excepcional a un grupo de sitios declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco. Cada esfera que recuperamos y coloquemos en espacios públicos, honra y acentúa el valor de esa declaratoria”, señaló la arqueóloga Ifigenia Quintanilla, directora del MNCR.
Silvia Barrantes, gerenta de mercadeo de Matra, destacó el compromiso con el patrimonio nacional. Según dijo, la custodia de las esferas por cerca de 50 años se realizó primero en el edificio de la empresa en la Uruca y luego en las instalaciones en Santa Ana. Expresó que a lo largo de ese tiempo han seguido estrictamente las indicaciones del Museo Nacional para garantizar la adecuada preservación de estas importantes piezas.
Arturo Hernández, arqueólogo a cargo del traslado y funcionario del departamento de Protección del Patrimonio Cultural informó de que las esferas están en muy buen estado de conservación.
¿Qué sucederá con estas esferas precolombinas?
Dos de las esferas se colocarán en los jardines del Museo Nacional, en la sede del antiguo Cuartel Bellavista. Allí podrán ser apreciadas y admiradas por todos los visitantes.
De hecho, la más grande ya puede ser apreciada en los jardines pues desde el mediodía de este jueves se hizo la instalación.
“Estamos muy contentos porque esta es una de las esferas de mayor tamaño. Es como la quinta en tamaño que tenemos registrada en Costa Rica. (...) Ahora la tenemos en la sede Bellavista donde todos pueden venirla a conocer, fotografiarla y ver lo magnífica y monumental que es“, recalcó Quintanilla.
La tercera esfera será trasladada a la sede de Pavas, porque requiere ser sometida a un proceso de restauración. Una vez restaurada sería reubicada en la zona sur del país, en un sitio aún por definir.
En Costa Rica se conocen más de 400 esferas de piedra de origen precolombino, la mayoría están en la zona sur.