A don Luis, de 87 años, lo encontraron funcionarios del hospital geriátrico flaco, ulcerado y viviendo en un cuarto de cemento a unos 40 metros de su antigua casa, ahora ocupada por un sobrino y su familia.
Según dijeron los parientes, lo sacaron de la vivienda porque gritaba mucho y no dormía por las noches. Las úlceras, explicaron, se le hicieron porque cuesta mucho moverlo.
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El sobrino y su esposa son los únicos familiares de don Luis (nombre ficticio en este caso real), que luego de un derrame que lo tuvo dos meses hospitalizado, se pasaron a vivir a su propiedad para cuidarlo.
Para el director del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Raúl Blanco Cervantes, Fernando Morales, la negligencia, como ocurrió en el caso de don Luis, es la razón más frecuente por la cual los ciudadanos de oro llegan al servicio de Emergencias del centro médico, y deben ser internados.
“No les dan los medicamentos, o los familiares no recogen el tratamiento y los pacientes pasan hasta 15 días sin tomarse sus pastillas y llegan descompensados. También, los alimentan mal, por ejemplo, les dan comidas altas en azúcar aunque saben que es diabético. Hay familiares que no los bañan, pues dicen que para qué, si no va a salir”, contó Morales.
Precisamente, el 15 de junio se celebró el Día Mundial para la Toma de Consciencia contra el Abuso, Maltrato y la Negligencia en la Población Adulto Mayor.
En el 2015, el hospital geriátrico atendió 209 casos de negligencia contra adultos mayores. De ellos, 40 tuvieron que ser internados a raíz de esos descuidos.
Según el I Informe Estado de Situación de la Persona Adulta Mayor en Costa Rica , el deterioro cognitivo (pérdida de memoria, limitada capacidad para tomar decisiones y cuidarse por sí solo) hace a los mayores de 65 años más propensos a la negligencia, maltrato o abandono.
Según el estudio, los ancianos víctimas de algún tipo de abuso se caracterizan por ser personas aisladas y solas; además, el 70% son mujeres.
En Costa Rica, hay 636.800 personas mayores de 60 años, lo que representa un 13,3% de la población, según la última Encuesta Nacional de Hogares, publicada en julio del 2015.
Las proyecciones indican que para el 2050, los ancianos serán el 21,1% de la población.
Otras formas. La negligencia es el principal maltrato, pero no el único. La lista es larga.
El abuso psicológico es el segundo que más sufren los adultos mayores. Según datos del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), este año recibieron 70 denuncias. En 2015, 26 ancianos tuvieron que ser hospitalizados por esa causa en el hospital geriátrico.
Los días festivos o fines de semana no son buenos para todos los ancianos, pues en estos días es cuando más situaciones de abandono se reportan. Esta es otra de las formas de abandono.
En el Hospital San Juan de Dios, por ejemplo, un adulto mayor que tiene las piernas amptudas estuvo 22 días en una cama del servicio de Emergencias a la espera de algún familiar que lo recogiera.
“Los familiares, que eran hermanos y sobrinos no querían recibirlo porque era agresivo. Aquí hay familiares que traen al adulto mayor con alguna dolencia, ya cuando evolucionan, no contestan el teléfono y no vienen por ellos”, contó Miguel Villalobos, jefe de Emergencias del Hospital San Juan de Dios.
En el 2015, el geriátrico atendió a 77 viejitos abandonados.
Para Zulema Villalta, directora del Conapam, el abandono hospitalario es uno de los ejemplos más graves y más ejemplarizantes de lo que es la cara oculta del maltrato al adulto mayor.
“No lo estamos dejando botado en la calle, pero sí en un hospital. El Conapam sacó a los abandonados hospitalarios y los envió a la Red de Cuido en la modalidad de atención a abandonados”, manifestó Villalta.
El maltrato físico es menos común, pero también sucede; el año pasado, el centro médico atendió 40 casos de maltrato.
“Atendimos a una adulta mayor vapuleada a quien unos maleantes de Alajuelita la mandaban a pedir dinero en las calles y le cobraban una cuota. Un día, como no reunió el dinero , la golpearon hasta mandarla al hospital. También hemos atendido ancianos a quienes les apagan chingas de cigarro en su cuerpo ”, reveló el director del geriátrico.
El Conapam tiene reportados en lo que val del año 62 casos de abuso patrimonial, 50 de abuso institucional, uno de abuso sexual, 22 por maltrato en autobuses, y 25 ciudadanos de oro en situación de indigencia.
La cantidad de adultos mayores en indigencia y alcoholismo motivó la fundación del Hogar para Adultos Mayores Alcohólicos e Indigentes de Tirrases, de Curridabat. Actualmente, este centro tiene 65 internos que pueden dormir, comer y recibir atención médica, con la única condición de no volver a tomar alcohol.
Ley. Aunque la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor (7935) impone sanciones penales, en su artículo 68, a quienes agredan de cualquier forma a un anciano, para el personal de hospital geriátrico, muchas veces es difícil demostrar la agresión.
“El primero que lo niega es el mismo adulto mayor. Ellos dicen que quieren evitar problemas porque, generalmente, quien incurre en esa agresión es un familiar. Ante una sospecha de agresión, uno les pregunta cómo los tratan en la casa; ellos siempre dicen que bien. Uno tiene que sacarles las palabras con cuchara”, dijo Yolanda Brenes, trabajadora social del hospital geriátrico.
A veces, sucede lo contrario; algunos adultos mayores, por su condición mental, acusan a sus parientes de agresiones que ocurren en la realidad.
En esas ocasiones es cuando el personal médico debe observar muy bien el comportamiento y el estado de salud para verificar.
El personal del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología y del Conapam coinciden en que los casos de maltrato a los viejitos son menos que los de los ancianos que viven una vida plena al lado de sus seres queridos y disfrutan de sus derechos.