San José.
La construcción del nuevo muelle petrolero en Moín cumple cinco meses varada y aún no hay una fecha para que se reanuden las obras, según confirmó este jueves la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
La entidad ya dio un ultimátum al consorcio ICA-MECO, a cargo del proyecto, para que entregue un nuevo calendario de obras y la fecha efectiva de cuándo retomará los trabajos. Esos datos, espera la Refinería, deberían recibirse la otra semana.
El avance de este puerto limonense se paralizó a inicios de marzo, porque el consorcio dejó de pagarles el salario a casi 150 obreros, cuando solo faltaba entre 3% y 4% de la obra, luego de cinco años de construción y una década en planes.
Recope supo de las dificultades con los trabajos a finales de febrero, cuando se conocieron los problemas financieros de la empresa mexicana ICA, que es la socia mayorista del consorcio constructor, con un 70% de las acciones. MECO tiene el restante 30%.
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Con este muelle, Recope ampliará su capacidad de almacenamiento de combustibles, gracias a que podrán ingresar buques de mayor tamaño cargando gasolina, diésel y otros carburantes.
Se suponía que la obra estaría lista entre junio y julio, pero ahora podría atrasarse hasta enero del 2018, según estimaron Leonel Altamirano, gerente de Desarrollo de Recope, y Mayid Brenes, director jurídico de la entidad.
Altamirano también señaló que el costo original de todo el muelle era de $98 millones, pero debido a los ajustes en obras y atrasos desde el 2014, el costo final rondaría los $103 millones (5% más).
Los dos funcionarios de la Refinería indicaron que, en la segunda quincena de abril, hubo una reunión de tres equipos de abogados (Recope, MECO e ICA) para discutir varios reclamos administrativos por parte del consorcio hacia la empresa estatal.
El consorcio exige $14 millones por supuestos costos adicionales de pólizas, rediseño de partes del muelle y obras extra que consumieron casi un año de trabajo. Recope, sin embargo, reconoció solo $4 millones una vez hechos sus análisis.
Altamirano afirmó que, despejada esta etapa de revisión de reclamos, se solicitó al consorcio presentar la otra semana, a más tardar, el calendario de obras y la fecha efectiva para el reinicio.
"A partir de la entrega de ese programa, creemos que pasarán unos 15 días antes de que puedan reiniciarse labores mientras se consiguen trabajadores y se reanudan contactos con proveedores", explicó Altamirano.
Brenes, por su parte, aclaró que Recope ya cumplió con todos los análisis y expectativas de revisión del contratista de forma que, si expira el plazo y no reciben el nuevo calendario de trabajos, aplicarían todas las cláusulas de resolución del contrato, incluidas las garantías por incumplimiento del mismo que ascienden a $10 millones.
"Esperaríamos no llegar a eso pero, de ser así, sería como perder al maestro de obras de una casa en construcción cuando falta poco para terminarla. Eso implica primero resolver legalmente todo lo concerniente a este contrato y luego buscar otro constructor. En ello pueden irse de tres a cuatro meses", calculó Brenes.
La Nación llamó hoy en varias oportunidades al teléfono móvil de Alberto Santiago, gerente del consorcio ICA-MECO; sin embargo, el empresario no contestó.
MECO, por su parte, declinó referirse al tema argumentando que solo el consorcio tiene potestad para comentar y que el único vocero autorizado es Santiago.
Dificultades. El actual estancamiento de obras y los problemas financieros del consorcio derivan de la crisis que afronta la constructora Ingenieros Civiles Asociados (ICA) en México.
Informes financieros y publicaciones de prensa revelan la situación. Del 24 de febrero al 8 de marzo anteriores, por ejemplo, la acción bursátil de ICA acumula una caída de 33% en la Bolsa Mexicana de Valores.
Según el reporte financiero del tercer trimestre de 2016 (el último disponible), la deuda de la que fuera la constructora más grande de México ascendía a más de 62.500 millones de pesos mexicanos (alrededor de $3.300 millones al tipo de cambio actual).
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Aparte de esa deuda consolidada, desde el año pasado ICA también incumplió pagos por $1.350 millones en bonos extranjeros, lo cual significó la mayor suspensión de pago conocida en México a la fecha según la calificadora Moody's.
La constructora mexicana informó en mayo que retrasaría la presentación de su reporte de resultados del primer trimestre del 2017 hasta finales de mayo, debido a que está enfocada en su proceso de reestructura, informó entonces la compañía a la Bolsa Mexicana de Valores.
"La empresa espera publicar sus resultados del primer trimestre de 2017 a finales de mayo de 2017 (...) La decisión de extender la fecha de publicación de sus estados financieros se debe a que la empresa se encuentra enfocada principalmente en su proceso de reestructura, y ha designado una porción substancial de su personal incluyendo a los miembros del equipo de contabilidad y finanzas a su reestructura", reza el reporte enviado en aquel momento.