Luego de afrontar las secuelas del cáncer oral y facial, someterse a 66 tratamientos de radioterapia y un año en quimioterapia, don Carlos Manuel Agüero Jiménez, de 68 años, ha vuelto a sonreírle a la vida.
Durante su batalla contra la enfermedad, don Carlos perdió parte de su cara, nariz, dientes, ojo, paladar y glándulas salivales. Ahora, gracias a un tratamiento reconstructivo a base de prótesis, su rostro, el gusto de comer y una mejorar calidad de vida han regresado.
El servicio de Prótesis Maxilofacial del hospital Calderón Guardia le colocó a este paciente una prótesis conocida como obturador palatino, que tiene la función de separar la cavidad oral de la nasal. Esto le permite al paciente comer, hablar y respirar mejor.
También evita que al consumir alimentos y líquidos, estos se vayan por las vías nasales provocando el ahogamiento del paciente.
Debido a la pérdida de su ojo, también recibió una prótesis ocular estética que es removible con la finalidad de que los tejidos de esa cavidad no colapsen, mejore su estética y la autoestima del paciente.
Don Carlos es vecino de Los Ángeles de Cariari de Guápiles, y su lucha contra el cáncero comenzó en 2014, con las primeras operaciones que se llevarían parte de su rostro.
El doctor Wilfredo Mena Segura, especialista en prótesis maxilofacial encargado del caso de don Carlos, comentó que este es un trabajo multidisciplinario que se realiza para mejorar la función masticatoria, fonética y respiratoria, además de la parte estética, emocional y la salud física de pacientes con situaciones similares a las de Agüero.
Así quienes luchan contra el cáncer pueden volver a realizar con su cuerpo funciones similares a las que efectuaban antes de las cirugías y tratamientos.
El primer paso “es restaurar las funciones perdidas por la resección de estructuras anatómicas; posterior se busca devolver al paciente la estética perdida, en esos casos donde el paciente tiene ausente algún órgano de la cara se restaura lo más parecido a como era, para ello se solicitan fotografías antiguas o se guían con sugerencias del mismo paciente”.
Luego el especialista procede a la confección manual de las prótesis faciales en silicona médica, y de forma manual elabora cada parte, buscando el color más parecido al tono de piel de los pacientes.
Posteriormente se analiza la forma en que se le dará retención de las piezas, la cual puede ser por medio de algún adhesivo, placas acrílicas con imanes o por medios anatómicos retentivos.
El doctor Mena también recalcó que este tipo de pacientes nunca se dan de alta y su seguimiento es de por vida, por lo cual tienen citas de control cada cierto tiempo para realizar ajustes de acuerdo con sus necesidades.
Asimismo, este seguimiento permite que ante otros tratamientos las prótesis confeccionadas se adapten a las nuevas necesidades de los pacientes.