Ángela Ávalos R. aavalos@nacion.com Redactora de La Nación
Costa Rica y las autoridades de Salud del mundo preparan un plan de acción para enfrentar una nueva epidemia de gripe o influenza.
En la reunión de ministros de Salud de las Américas, la semana pasada, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ^brazo regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS)^, incentivó un acuerdo para crear un plan continental que reduzca los efectos de una posible pandemia causada por la influenza .
Esta versión fue confirmada ayer por la ministra costarricense, María del Rocío Sáenz Madrigal.
Aunque todos los años el virus de la gripe cambia, se prevé que esté a las puertas uno mucho más agresivo, explicó Sáenz.
"La posibilidad de un brote con una nueva cepa del virus de la gripe es real (...) un cambio súbito y marcado del virus de la influenza A debería ser considerado una de las mayores inquietudes de salud pública en la regióno/oo, dice la OPS en su página en Internet.
Y agrega la institución: "Una nueva pandemia es inevitableo/oo.
Según algunos modelos, de suceder, se podrían producir entre 57 millones y 132 millones de consultas; entre 1 millón y 2,3 millones de hospitalizaciones y entre 280.000 y 650.000 muertes solo en los países industrializados.
En el caso costarricense, dijo Sáenz, hay interés en proteger a la población más susceptible (niños y ancianos, por ejemplo), mediante la vacunación. Y para esto, se le pidió a la OPS evaluar el costo de la vacuna y asegurar el abastecimiento.
Una de las últimas epidemias fue la llamada gripe de Hong Kong, que, entre 1968 y 1969, mató a más de 700.000.