Los Ministerios de Salud de los países centroamericanos estudian la posibilidad de comprar de manera conjunta las vacunas que recibe toda la población.
Esta medida abarataría el costo de estos medicamentos y protegería más a los ciudadanos de estos países contra las enfermedades circulantes en la región.
El primer paso para esa compra conjunta sería la homologación de los esquemas de vacunación pues en países como Costa Rica se aplican 12 vacunas, mientras en otros como Nicaragua y Honduras el programa está integrado por menos dosis.
Esta propuesta fue presentada ayer por Costa Rica en la tercera reunión anual de viceministros de Salud, efectuada en el hotel Meliá Cariari.
Esa fue una de las cinco propuestas presentadas por el país para ser analizadas ayer, como paso previo a la reunión de ministros de Salud del istmo. Será en este foro que se tome la decisión final.
Este encuentro todavía no tiene fecha definida, pero se realizará antes de que finalice el año.
Razones. “La idea es que cada país adquiera las vacunas conforme a su patrón epidemiológico. Obviamente priorizando cada uno cuál va a comprar, pero comprando en bloque para que los precios se reduzcan”, dijo María Luisa Ávila, ministra de Salud de Costa Rica.
Las otras propuestas tienen que ver con analizar la política en materia indígena, la regulación de las grasas trans (relacionadas con varias enfermedades) y el efecto de los cambios climáticos en la salud.
Además, Costa Rica presentó a discusión la posibilidad de convertir el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) en un laboratorio nacional de salud pública. El fin es que pueda vender servicios en el área sobre control de medicinas y calidad de alimentos.