El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) denunció por la vía penal a una monja del albergue Casa Maín, en Heredia, por supuesto abuso sexual y violación en perjuicio de dos niñas, de 3 y 6 años.
El albergue privado forma parte de la orden de las Hermanas de María Auxiliadora y tenía un convenio con el PANI por ¢26 millones para el 2013, para la atención de 13 niñas, entre los 2 y 8 años de edad.
La denuncia se interpuso por medio del Departamento de Adopciones del PANI, el 30 de agosto, confirmó Jalila Meza, coordinadora del Departamento de Acreditación del Patronato.
La Fiscalía de Delitos Sexuales de San Joaquín de Flores, en Heredia, también confirmó que la investigación está abierta y en fase de recolección de pruebas.
“En relación con su consulta sobre una denuncia interpuesta por el PANI contra una religiosa de Casa Maín en Heredia, le informo que el proceso se tramita en la Fiscalía de San Joaquín de Flores, bajo el expediente 13-2404-994-PE, por el delito de violación y abuso sexual”, comunicó la oficina de prensa del Poder Judicial.
El caso se detectó luego de que una de las niñas contó a su madre adoptiva los presuntos abusos que cometía la religiosa con ella.
La Nación visitó ayer el albergue privado, cuya representante legal es sor Zoraida Vega Vega, quien declinó responder los cuestionamientos sobre el caso.
En su lugar, abrió la puerta un funcionario, quien se identificó como Carlos Bonilla y dijo ser el encargado de ayudar en labores administrativas en el hogar Casa Maín.
Pese a que las psicólogas del PANI, Jalila Meza y Marianela Rivera, informaron de que la monja demandada empezó a laborar este año en el centro, el funcionario Bonilla dijo que la religiosa tenía varios años de colaborar con ellos: “No preciso desde hace cuándo ella trabajaba aquí, pero ya llevaba varios años”.
Después de la visita de La Nación , Bonilla dijo –vía telefónica– que las consultas se debían remitir a Mario Córdoba, abogado de Casa Maín. Por teléfono, Córdoba dijo que desconocía el expediente; tampoco sabía si algún juzgado había dictado prisión preventiva contra la religiosa: “Aún no he consultado el expediente, por lo que no puedo dar detalles”.
Todas fuera. Una vez que el PANI tuvo conocimiento del caso y del testimonio de las menores, decidió retirar a las otras trece niñas de Casa Maín, en San Joaquín de Flores (Heredia), y reubicarlas en otros hogares de la institución.
“El martes 3 de setiembre se separó a las niñas del hogar para reubicarlas en otros centros como medida de protección. Debemos garantizar los derechos de las personas menores de edad”, informó Jalila Meza.
En el expediente de Casa Maín en el PANI, se indica que el centro opera desde 1998 y, según Jalila Meza y Marianela Rivera, nunca hubo sospecha de este tipo de abusos. La religiosa, además, fue separada de su cargo.
Ambas funcionarias del PANI explicaron estos centros se visitan dos veces al año. La última inspección a Casa Maín fue a finales de febrero anterior.