La belleza del templo católico de San Cristóbal Norte, en Desamparados, fue una de las razones para que se declarara la edificación como patrimonio histórico y arquitectónico.
La estructura, que data de 1944, ha sido conservada por el pueblo, pero a partir de este momento, otros esfuerzos se sumarán.
“Para nosotros, este templo es un orgullo, es una joyita”, expresó Rosibel Tencio Cordero, vecina del lugar.
De acuerdo con el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC), la declaratoria protegerá el inmueble de cualquier modificación que altere su estructura, mientras sacerdotes y miembros de la comunidad podrán seguir con los cuidados que le han dado por décadas.
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Historia
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El templo fue levantado entre los años 1937 y 1944, gracias al empeño de sus pobladores y la fuerza de los bueyes que trasladaron los materiales de tajos y ríos cercanos, pero también desde San José, pues desde allí llegaron el concreto y las láminas de metal importadas para las paredes.
Carpinteros, artesanos, pintores, maestros de obra y albañiles, tanto de San Cristóbal Norte como de San Cristóbal Sur, participaron activamente.
También fueron fundamentales el liderazgo de los sacerdotes, los donativos de ganado y cerdos de los campesinos, y el dinero de un mecenas como fue Justo Robles Monestel.
A pesar de las limitaciones económicas de los pobladores de San Cristóbal, no se escatimó en contratar los servicios de uno de los mejores ingenieros de la época: el italiano Gastone Bartorelli Falugi.
Esta es una de las razones, según el expediente, por las cuales hay un estado de conservación tan duradero. El estudio técnico determinó que la edificación no sufrió a lo largo de casi ocho décadas transformaciones significativas; únicamente cambios de color en su exterior.
“Salvo el normal deterioro causado por el tiempo y el uso, el templo se conserva en buen estado y prácticamente sin modificaciones, debido, en gran parte, a que la comunidad se esmera por conservarlo”, anotaron.
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Diseño ecléctico
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Según el expediente de la declaratoria patrimonial, este templo es de diseño ecléctico, pues se reúnen diferentes estilos arquitectónicos: románico, neoclásico, neogótico y art decó.
La iglesia está conformada por tres naves, dos laterales y una central, con forma de cruz latina, que se comenzó a utilizar en el siglo X, en el periodo románico.
Otra de las características de ese periodo y que están presentes en este inmueble, es el uso de torres y la incorporación de una serie de ventanas a nivel del techo en las naves laterales. A esto se le conoce como clerestorio.
Otro componente importante de este periodo es el ábside, un volumen que sobresale y forma la cabecera de la cruz.
Dentro de sus componentes neoclásicos están los frontones y molduras de puertas y ventanas. Del neogótico, hay rosetones en los cuatro costados.
Por su parte, del art decó hay mayor presencia en las torres, con decoraciones lineales en forma vertical y en relieve, con una figura geométrica en la parte inferior.
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Los materiales
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Esta edificación tiene diferentes materiales de construcción. Se utilizó madera para la estructura de torres, paredes y techo y columnas, también para cielorrasos y piso del coro, así como en puertas y guarniciones.
Las paredes internas también son de madera y, al igual que los cielos, fueron hechos con tablilla machihembrada con cordón central, formando cuadros.
Las banquinas y marcos de ventanas son metálicos, según la usanza en la época de construcción.
Para el acabado exterior de las paredes se eligió un forro de lámina metálica troquelada que simula ladrillo.
En la cubierta se utilizó lámina ondulada de hierro galvanizado y el material predominante en los pisos es el mosaico, usado en las naves, el presbiterio y la sacristía.
La fachada principal es simétrica, con un volumen central en el que se ubica la puerta principal.
A ambos lados de este volumen hay torres que poseen igual altura y los mismos detalles característicos, como la moldura que sube formando un arco de medio punto donde resaltan en cada torre las campanas y el reloj. Adosadas a las torres están las naves laterales del templo.
Los técnicos del CICPC aconsejaron que para brindar el mantenimiento adecuado al inmueble patrimonial, se deben utilizar los mismos materiales y técnicas constructivas, de tal manera que el templo se preserve como documento histórico y arquitectónico de la época en que se construyó.
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