En 2016, el entonces director del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC), William Monge, propuso que la catedral de Cartago fuera declarada como patrimonio histórico y arquitectónico.
Un estudio asignado a profesionales en arquitectura e historia indicó que el edificio era digno de ese reconocimiento. Posteriormente, una comisión del Ministerio de Cultura y el Estado encargada de temas patrimoniales votó a favor de la declaratoria.
En ese momento, correspondía al departamento legal del Ministerio notificar a los dueños de la infraestructura. Eso no fue posible y el proceso se frenó.
“El problema es que el bien, la edificación, el terreno está inscrito a nombre de la arquidiócesis de San José por la sencilla razón de que Cartago no era diócesis anteriormente, no podía estar inscrito a nombre de una entidad que no existía. Internamente la Iglesia no había hecho el traspaso”, explico Diego Meléndez, director del CICPC.
Prosiguió: “entonces hay un vacío legal. Al notificar a la arquidiócesis no se dan por notificados porque dicen que el bien no les pertenece porque está en posesión de la diócesis de Cartago. En Cartago tampoco se daban por notificados porque según el registro público la dueña era la arquidiócesis. Esa indefinición hizo que no se pudiera notificar y que no se pudiera declarar”.
Meses después, el templo comenzó a ser sometido a una restauración y su sentido original cambió.
“Ya el sitio estaba muy intervenido y los valores por los que se quería declarar patrimonio no existían. Hubo que cerrar el expediente”, afirmó Meléndez.
Los cambios
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Meléndez manifestó que este templo originalmente era la iglesia de San Nicolás de Tolentino, posteriormente la Iglesia del Carmen y hoy es la catedral de Cartago.
Fue diseñada por Josemaría Barrantes, y estaba inspirada en una iglesia de Francia hecha por August Ferret, un arquitecto pionero en el uso de hormigón armado a principios del siglo XX. Cerca de 1920, él diseñó Notre Dame de Raincy, una iglesia en las afueras de París.
“La catedral de Cartago es un homenaje a August Ferret, porque precisamente cuando él estaba diseñando la iglesia Ferret murió. Ese homenaje fue hacer una réplica de la fachada de Notre Dame de Raincy”, explicó el arquitecto Meléndez.
Para el director del CICPC, el hecho de que este templo pasara a ser catedral también cambió la concepción en muchas personas.
“La gente escucha la palabra catedral e inmediatamente lo asocia con las catedrales góticas, es un asunto aspiracional”, expresó.
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‘Esa restauración era urgente’
Para Jorge Eddie Solórzano, sacerdote vocero de la diócesis de Cartago, la restauración no solo era necesaria, era urgente.
“Si usted habla con el padre Hernán Chaves, el párroco de la Catedral y sobre todo con los arquitectos, se dará cuenta del estado estructural en el que estaba ese templo. No tenía varillas, no tenía las estructuras para soportar un terremoto. Estaba en juego la integridad de muchas personas”, especificó.
Para el sacerdote, la restauración no fue antojadiza y fue diseñada por profesionales.
“Oponerse sin saber cuál es el estudio técnico que ya se hizo, cuál es el soporte, me parece que también es un grado irresponsable. Se hizo con el “ok” del Colegio de Ingenieros, con los permisos correspondientes”, señaló Solórzano.
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