El miércoles 9 de febrero comenzaron las excavaciones en Agua Caliente de Cartago, donde se ubicará el Museo Arqueológico Pura Pura, centrado en la historia y los artefactos de la etnia huetar. El sitio donde se levantará el inmueble fue ocupado por un asentamiento indígena aproximadamente 1.500 años antes de Cristo.
El museo ocupará nueve de las 230 hectáreas de terreno que comprenden el asentamiento, el cual fue reinado por el cacique huetar El Guarco. Las excavaciones estarán a cargo de los arqueólogos del Museo Nacional Gretel Monge, Luis Sánchez y José Brenes. Estos trabajos tienen como objetivo escoger los lugares idóneos dónde colocar las exposiciones arqueológicas.
El Gobierno Central destinó ¢700 millones para la edificación de este museo, fondos que ya se encuentran en las arcas de la Municipalidad de Cartago. El gobierno local deberá sacar la licitación para el levantamiento del inmueble. La meta es inaugurar el edificio en setiembre de este año.
Del asentamiento indígena Pura Pura salieron unas 3.500 piezas de cerámica, piedra y oro que alimentaron las primeras colecciones del Museo Nacional, cuando este se inauguró, en 1887. Las piezas fueron donadas por el cartagines José Ramón Rojas Troyo, dueño de los terrenos en aquella época.
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Estas estructuras precolombinas tienen “la misma importancia que las de Guayabo, en Turrialba”, aseveró la arqueóloga Monge. Los primeros estudios formales del sitio fueron realizados por el primer arqueólogo costarricense, el cartaginés Carlos Aguilar Piedra, educado en México y ganador del Premio Magón.
Se sumó a las investigaciones el también arqueólogo Ricardo Vázquez, en los primeros años de la década de 1980. Vázquez hizo un estudio de bioarqueología (análisis de poblaciones antiguas a través de restos óseos) para la Universidad de Albany, en Nueva York, Estados Unidos, en 1990.
Pura Pura es una de las regiones del país donde se han encontrado más tumbas arqueológicas (necrópolis), con más de 400. El asentamiento fue una amplia región que se extendía en parte del Valle Central, hasta lo que hoy se conoce como Ujarrás, Orosi, Cachí y Tucurrique.
La arqueóloga Gretel Monge explicó que este sitio era una comunidad precolombina clásica. Prueba de esto es que no se hallaron en las tumbas cuentas de vidrio que usualmente los españoles les daban a los aborígenes a cambio de oro. Los habitantes originarios acostumbraban a depositar estos objetos junto a los cuerpos de fallecidos, puesto que los consideraban de gran valor.
“En San Ramón de Alajuela sí se encontraron cuentas de vidrio en muchas tumbas poscolombinas”, dijo Monge.
La arqueóloga Monge lamentó que, por décadas, Pura Pura fue muy saqueado. Después de tener varios dueños, parte de los terrenos fueron urbanizados, en lo que hoy se conoce como las urbanizaciones Cocorí y el Rey, y hasta un centro carcelario en estos terrenos.
Jorge Brenes, dirigente cultural de Agua Caliente, quien ha fungido como coordinador con los funcionarios del Museo, dijo que, para ellos, este rescate arqueológico “no solo es un gran logro histórico, sino que también, cuando ya se inaugure el museo y parque, será un gran atractivo turístico nacional e internacional, con lo que se verá favorecida la economía.
“Uno de los que fueron dueños de estos terrenos, el señor Fraser Pirie, ha sido un colaborador insigne de nuestro Comité Pura Pura, y por eso lo nombramos como nuestro miembro honorario”, concluyó Brenes.