Emma Gamboa y María Isabel Carvajal (Carmen Lyra) son las únicas dos mujeres costarricenses identificadas con nombre y apellido que aparecen en los billetes de Costa Rica desde 1847 hasta la actualidad.
En el transcurso de 169 años han desfilado por nuestro papel moneda reinas y princesas europeas, indígenas, figuras femeninas alegóricas, campesinas anónimas y hasta la Mona Lisa.
La exposición La figura femenina en las monedas y billetes de Costa Rica – que se exhibe en los Museos del Banco Central (bajos de la plaza de la Cultura)– es un recorrido cronológico por las diferentes representaciones de las mujeres en la numismática.
“La exhibición tiene como propósito primordial generar una reflexión acerca de la visibilización de la mujer en la historia de Costa Rica”, declaró el curador de Numismática de los Museos del Banco Central, Manuel Chacón.
De acuerdo con su investigación, entre 1858 y el 2016, aparecen 39 personajes grabados en los billetes costarricenses, de los cuales 37 son hombres y 2, mujeres. “Desde la segunda mitad del siglo XIX, ya empiezan a aparecer en los billetes las imágenes de los grandes hombres del país Juan Rafael Mora, Tomás Guardia, Próspero Fernández, pero no se reproducen imágenes de ninguna mujer”, dijo.
El curador explicó que, la emisión de billetes se ha efectuado en diferentes contextos históricos, políticos, sociales y culturales que han permeado las relaciones entre géneros.
“Hay que tomar en cuenta que eran sociedades en las que el dominio masculino estaba presente en muchos campos. Sin duda, en las diferentes épocas hubo grandes mujeres; pero no es hasta hace poco que se empiezan a visibilizar los aportes femeninos a la sociedad”, declaró Chacón.
Lejanas. La exposición está estructurada en cinco grandes temas ordenados cronológicamente. En todos ellos, excepto en el último, la mujer costarricense o bien no aparece del todo o está apenas insinuada.
Así, tenemos en una etapa temprana, las imágenes de monarcas europeas como la reina Victoria I de Gran Bretaña y Alexandra de Gales, en un afán por solidificar vínculos con el principal socio comercial de la época: Inglaterra.
Otro periodo clave fue la transición de Costa Rica de Estado a República entre 1847 y 1848. La reafirmación de la soberanía impulsó la inclusión de mujeres “indígenas”, pero, paradójicamente, tenían una apariencia inspirada en la corriente artística del neoclasicismo.
Con las instauración del Estado Liberal, en 1870, empezaron a aparecer en los billetes las alegorías: figuras de mujeres que representaban los ideales de las élites políticas: justicia, libertad, comercio.
Después de 1930, cuando por fin les llegó el turno a mujeres reales de tener protagonismo en los billetes, resultó que eran campesinas anónimas. Después se conocieron los nombre de Esperanza Castro Castro y Amada Zeledón Gutiérrez, mujeres que trabajaban como empleadas domésticas en una casa de una familia acaudalada y que un día fueron retratadas por el famoso fotógrafo Manuel Gómez Miralles, ataviadas como campesinas. Las imágenes aparecieron luego en billetes, sin el consentimiento de ellas.
La muestra se exhibe de lunes a domingo, de 9:15 a. m. a 5 p. m.
El costo de la entrada es de ¢2.000 (general).