El futuro director del Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura deberá empuñar una batuta que, hábilmente, armonice una lista de álgidos proyectos como la actual remodelación del Gran Hotel Costa Rica y las próximas intervenciones de los teatros Nacional y Variedades.
También tendrá que velar por la construcción del nuevo edificio de la Asamblea Legislativa, cuyas obras ya se iniciaron y concluirán en el 2020. Esto a pesar de la oposición que, desde distintos flancos, enfrentó el proyecto desde que fue concebido, en el 2014.
Pese a lo anterior, se trata de un cargo que todavía no ha sido definido por el Ministerio de Cultura, que la semana pasada anunció a la mayoría de los jerarcas de sus distintas instancias para el período 2018-2022.
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Dicha situación tiene en vilo a representantes del sector cultural, quienes, desde diversas trincheras, han manifestado la necesidad de un pronto y atinado nombramiento.
Por ejemplo, este es el caso del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), la agrupación Amantes de las Casas Antiguas y el arquitecto y especialista en patrimonio arquitectónico de San José, Andrés Fernández.
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Puesto interino
A diferencia de la mayoría de direcciones de la cartera cultural, cuyos titulares se mantendrán en los puestos durante los próximos cuatro años, la de Patrimonio cambió a su cabecilla. El arquitecto William Monge ya no ocupará esa plaza.
Esta será asumida, momentáneamente, por el actual viceministro administrativo de Cultura, Dennis Portuguez, quien tendrá ese recargo de manera temporal y sin pago adicional.
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El director interino del Centro de Patrimonio fue otro de los funcionarios que conservaron su cargo para el Gobierno que recién empieza, pues ya fungió como viceministro administrativo del 2015 al 2018.
Se trata de una persona con experiencia en administración pública. Labora para este ministerio desde el 2010 y, para el Estado, desde 1996.
La entidad cultural todavía no comunica hasta cuándo permanecerá Portuguez en el cargo.
Pese a que este lunes 15 de mayo La Nación tramitó, por medio de la oficina de prensa del Ministerio de Cultura, una serie de interrogantes sobre el tema, a las 6:20 p. m. de este martes no habían dado respuesta.
También se intentó localizar telefónicamente a Portuguez. Sin embargo, su secretaria comunicó que la versión oficial sería proporcionada a este diario por ese departamento de comunicación ministerial.
A la expectativa
Lo que esperan los personeros de las instancias nacionales relacionadas con la conservación del patrimonio cultural es que, efectivamente, se trate de una designación pasajera.
Aunque no cuestionan la capacidad del jerarca interino en su área de conocimiento, sí estiman que tal investidura debe asumirla una persona con instrucción en el ámbito patrimonial.
“Como don Dennis no tiene formación alguna en el campo del patrimonio cultural, esperamos que este nombramiento sea verdaderamente temporal, pues en el Centro de Patrimonio es necesaria una persona con formación en patrimonio cultural más que un especialista en gestión pública, como es el señor Portuguez”, comentó Melvin Campos, presidente de Icomos.
El mismo criterio externó Max Espinoza, miembro del grupo Amantes de Casas Antiguas de Costa Rica, colectivo que la semana pasada entregó una carta a los ministerios de la Presidencia y de Cultura solicitando que, durante esta nueva gestión gubernamental, se garantice la protección del patrimonio del país.
El perfil del director
¿Cuáles atestados debería tener quien asuma el timón del Centro de Patrimonio, según diversas voces?
“Creemos que a la cabeza de ese departamento debe estar una persona con un constatado currículo en causas pro defensa del patrimonio, investigadores o estudiosos a profundidad del valor histórico, libres de compromisos con empresas de construcción o arquitectura y, en especial, que no provenga de áreas administrativas del mismo Ministerio”, enfatizó Espinoza.
Sobre ese punto, el dirigente de Icomos agregó que lo prioritario es alguien con una visión integral del patrimonio desde todas sus aristas: arquitectónico, documental, intangible, artístico y arqueológico.
“Nuestro país está centrado excesivamente en el patrimonio arquitectónico y debemos empezar a pensar en las otras manifestaciones del patrimonio si no queremos que se sigan perdiendo obras como el mural de Felo García en el Paseo de los Estudiantes (en San José) o tantos sitios arqueológicos prehispánicos que sucumben ante nuevas urbanizaciones en todo el país”, aseveró Campos.
Según el representante de Icomos, no ven obligatorio que el nuevo director del Centro de Patrimonio sea un especialista en arquitectura, pero sí debe tener sensibilidad arquitectónica, dado que esta instancia concentra sus esfuerzos en el patrimonio tangible.
Por su parte, el arquitecto independiente Andrés Fernández dijo que la principal virtud que debe tener el futuro líder es el carácter.
Asimismo, el experto consideró que esta entidad está pasando por un bache.
“A mi juicio, se ha dejado el nombramiento sin realizar porque yo dudo, como especialista, que alguien quiera comerse esa bronca. Por lo evidente y por lo que sé desde adentro, el Centro de Patrimonio está en su peor momento”, enfatizó Fernández.
Otra de las características que el experto consideró preponderante en el profesional que asuma el timón de Patrimonio, es la innovación.
“El Centro (de Patrimonio) ha sido manejado por gente que tiene un criterio arqueológico del patrimonio y eso no debe ser así, que las cosas deben quedarse como las encontraron. El patrimonio se diseña a diario, se reinventa, se cambia con las tecnologías, como todo organismo social, debe adaptarse al cambio porque es, por excelencia, una construcción social”, exhortó.
La ley y el presupuesto
Además de las polémicas intervenciones arquitectónicas como el Gran Hotel Costa Rica y el Teatro Variedades, dos de los desafíos del nuevo jerarca serán trabajar con un presupuesto limitado y con una ley poco flexible, estimaron los entrevistados.
Melvin Campos, el presidente de Icomos, expresó que urge una nueva ley de patrimonio que sea verdaderamente integral. La actual, la 7555, fue emitida en 1995.
“El patrimonio arquitectónico, intangible, documental, artístico y arqueológico deben estar contemplados en una nueva legislación, en la cual se incluyan categorías técnicas fundamentales de las actuales teorías sobre patrimonio, como el entorno y el paisaje”, fundamentó.
Prosiguió: “Con una ley más actual, por ejemplo, se hubiera podido frenar el atentado que es el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa contra el paisaje patrimonial del Museo Nacional, el Parque Nacional, el Cenac (Centro Nacional de la Cultura), la estación al Atlántico y todo ese espacio patrimonial”.
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El arquitecto Andrés Fernández también explicó que la legislación es obsoleta, sobre todo, porque las declaratorias patrimoniales atan de manos a los propietarios de las edificaciones.
“Las declaratorias vuelven a los edificios intocables, y eso no puede ser así. Se vuelven los inmuebles como un predio en donde resulta que se considera histórico hasta la tapia de latas y perlin que pusieron la semana pasada en la parte de atrás”, afirmó.
Otra de las consideraciones de Fernández es la necesidad de que se faciliten créditos bancarios, para remodelaciones, a los dueños de edificios patrimoniales.
“Recuerde que el crédito nos obliga. Si uno tiene una casa histórica, con esa plata se puede poner un restaurante, por ejemplo. De paso, con eso el patrimonio se dinamiza, porque entra a jugar en la oferta y la demanda cultural”, explicó el profesional.
Los recursos disponibles para el Centro de Patrimonio también causan preocupación entre los conocedores. En el 2017, este ente recibió ¢1.645.810.142, cifra que para este 2018 creció levemente a ¢1.910.127.958.