En una de sus habitaciones se hospedó el expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy, en su visita al país, en marzo de 1963, y desde entonces ese recinto se mantiene intacto, casi con calidad de intocable.
Asentado frente al Teatro Nacional, desde 1930, el Gran Hotel Costa Rica ha sido testigo de la transformación urbana de San José y prueba de la idiosincrasia nacional.
El octogenario inmueble ahora se afana en su propia transformación para seguir adaptándose al tiempo y promete reabrir, totalmente renovado, antes de la Navidad.
El centro de hospedaje es operado por la cadena Elite Hotels and Resorts de Costa Rica, aunque funciona por medio de una franquicia con Hilton Worldwide, bajo la marca Curio Collection de Hilton.
El hotel cerró en junio del 2016 para empezar su exhaustivo cambio. Se trata de una “remodelación total” que vela por el valor estructural del inmueble, declarado patrimonio histórico y arquitectónico nacional en el 2004, detalló Ludwing Díaz, director de Ventas y Mercadeo de Hilton Garden Inn.
“Como monumento arquitectónico, hay que tratarlo de manera diferente. Será parte de la cadena Hilton, con la marca Curio. Son hoteles icónicos que tienen un gran valor para las ciudades o para los países, los cuales reabren sus puertas con un concepto boutique de primer nivel”, añadió Díaz.
Los cambios. El piso donde más habrá remodelaciones es el quinto, que ahora albergará la recepción, un ‘piano bar’, un área ejecutiva tipo lounge y un salón de reuniones.
A este espacio le han hecho una serie de añadidos desde que se construyó el hotel, hace 87 años, entre avenidas central y segunda en plena capital.
Ahí se encuentra un salón que anteriormente llevaba el nombre francés Le Jardin (El Jardín), cuyos pisos y técnicas constructivas son únicos.
En cuanto al resto de la estructura, esta pasará de tener 106 habitaciones a 79.
En su parte posterior, conocida como Las Arcadas –que acoge varios comercios– el hotel contará con un nuevo restaurante, cuyo nombre no ha trascendido hasta el momento.
Los locales comerciales ubicados en ese sector se mantendrán como hasta la fecha.
Vigilantes. William Monge, director del Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura, dijo que, desde que el operador del hotel inició los trámites para la remodelación, trabajan en conjunto, con el fin de custodiar que las obras no alteren la esencia del inmueble.
Una de las condiciones del ente cultural es que se recuperen los pisos de la quinta planta, a los cuales, en otras restauraciones, le han puesto encima mosaicos y varias cerámicas.
“El salón Le Jardin se mantiene intacto”, indicó.
Además, la habitación donde se hospedó John F. Kennedy tampoco se puede tocar.
Con respecto a los otros cuatro pisos, que son los que concentran las habitaciones, Monge afirmó que se trata de una ‘planta libre’ que fue construida pensando en futuros remozamientos. Por lo tanto, reiteró, no se corre riesgo de alterar el tejido histórico del inmueble.
Otra de las peticiones del Centro de Patrimonio fue no alterar las ventanas de todo el hotel, las cuales fueron hechas con una técnica constructiva que ya no se emplea, lo que les imprime gran valor arquitectónico,
“Como necesitaban insonorizar el hotel, entonces se les permitió hacer una segunda ventana, detrás de las originales, para que resolvieran el problema del ruido, dijo Monge.
Un arquitecto visita la obra semanalmente, a fin de verificar que se ejecuten los trabajos indicados en los planos.