Hasta hace unos meses, Guadalupe Urbina trabajaba con pala y machete en su huerta en Buenos Aires de Puntarenas. Su cuerpo, materia en recuperación tras la larga enfermedad; su mente, ocupada en el hallazgo de una nueva forma de expresión: la poesía.
Palabras de la larga noche (Uruk Editores) es el primer poemario que publica la artista y cantante.
Urbina dice que, a veces, no sabe qué hacer de tantas cosas que quiere. Por ahora, compila versos sobre la naturaleza, denuncia social y la forma en la cual, como mujer, experimenta el mundo y sus relaciones.
¿Qué busca la cantante en la poesía? “Yo no busco nada con la poesía: yo ya encontré”, declara .
“Lo que tengo que hacer es convencerme a mí misma de hablar ese idioma y, de que ese es un idioma con el que se puede hablar en la vida cotidiana”, aspira.
Fue fácil para esta mujer, acostumbrada a los ritmos y texturas de la naturaleza, adaptarse a una nueva forma de expresión. Requirió trabajo para condensar las sensaciones, pero no para captarlas: eso es parte de su vida.
“Me conozco bastante bien las emociones. Me equivoco, como cualquier otra persona cuando quiere negar algo que tiene. Queremos ocultar las limitaciones porque queremos que la gente nos conozca con todo el esplendor, como el pavorreal”, considera.
En camino. Por mucho tiempo, las intermitencias del cáncer la mantuvieron alejada del trabajo creativo. “Todo iba lento conmigo...”, comenta. Sin embargo, ahora dice sentirse bien y activa: “Ahora me siento con mucha energía, con muchas ganas de hacer y una enorme felicidad creativa”.
Esta indagación literaria es la forma de abrirse camino para regresar al arte, como explica: “Este libro de alguna manera es una catarsis. En las tradiciones ancestrales de muchos pueblos, las personas se purifican en el fuego, en el dolor, en las confesiones... Me permite reconectarme conmigo y aceptar la vida, la muerte, todo”.
Como indica el título de una de las secciones del libro, sus poemas son “carne y hueso”: contacto material con el mundo. “Tiene que ver con estar aquí físicamente, con esta parte material que nos toca, de quedarnos aquí en el mundo”, dice.
Quien la ha escuchado cantar sabe que su voz es transparente. Es el hilo con el que trabaja. Se le escucha satisfecha con su descubrimiento: “La poesía supera a la razón. Es más científica que cualquier otra cosa. Viaja a aspectos de la vida que en las sociedades fragmentadas en que vivimos nos está prohibido”.
Urbina ofrecerá un concierto el lunes 9 de junio, en la Casa de la Cultura de Puntarenas, como parte de la jornada cultural y del libro de Uruk –un encuentro literario de tres días –.
Si desea acercarse a la obra de Urbina, puede asistir al taller El sonido y el cuerpo femenino, en Casa Tribal (barrio La California, 50 m al norte del parqueo trasero del Cine Magaly, casa #156). Se impartirá el 6 y el 7 de junio.
El sábado 7, Urbina participará con un ritual de purificación del agua en Samadhi Conscious Living Center (Alajuela), en el marco del Festival Orgánico Vida Sana .
Urbina es pionera de sí misma. Generosa, nos deja ver su bitácora de viaje en un libro: Palabras de la larga noche .