De Juan Santamaría, el alajuelense que simboliza la heroica lucha de miles de costarricenses para forjar la libertad durante la Campaña Nacional (1856-1857), se sabía muy poco.
Sobre su madre, Manuela Santamaría Rodríguez, hija de Mateo Santamaría y Narcisa Rodríguez, se conoció que fue una mujer de tez blanca, soltera, dedicada a los trabajos domésticos en casas.
Su familia paterna es totalmente desconocida, pues lo único que se sabe de su progenitor es que fue un hombre de origen guanacasteco.
Sin embargo, un nuevo estudio viene a dar más sustento a la abstracta figura del héroe, al revelar quiénes fueron tres de sus bisabuelos maternos.
Se trata de Juan Manuel Rodríguez, Ángela María Araya (padres de la abuela de Juan) y Petronila Santamaría (madre del abuelo). El hallazgo lo contiene la investigación Genealogía ascendente de Juan Santamaría (1831-1856) , iniciada por el genealogista German Bolaños Zamora (ya fallecido) y posteriormente retomada por el también filólogo y lingüista Mauricio Meléndez.
Según contó el genealogista, de los nuevos datos se pueden inferir aspectos interesantes en relación con el personaje de la Campaña Nacional.
“Los Santamaría, también conocidos como Carvajal, eran mulatos, o sea, que tenían sangre de negro y de español... En el caso de la abuela, Narcisa, era española-mestiza; es decir, que tenía cierto componente indígena”, explicó.
¿De dónde salieron los datos? Dice Meléndez que Bolaños tardó más de cinco años hurgando entre partidas de matrimonio, de nacimiento, expedientes judiciales y demás documentos del Archivo Nacional y del Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo Augusto Thiel.
Custodio
“La investigación está muy avanzada, pero no totalmente concluida. Lo que le falta es una especie de edición final, la cual está a mi cargo. Al morir don German, en el 2012, yo quedé como custodio de la obra”, explicó Meléndez.
El genealogista aseguró que es un documento inédito que busca publicar y en el cual ha mostrado gran interés el Museo Histórico Juan Santamaría, ubicado en Alajuela.
De hecho, en ese recinto cultural, Meléndez presentó las conclusiones del estudio el pasado sábado 26 de agosto, en el marco de Encuentros de Genealogía 2017.
Efeméride
La actividad se llevó a cabo en conmemoración del 186.° aniversario del natalicio de Juan Santamaría, que se cumplen este martes 29 de agosto.
Adrián Chaves, responsable de educación y promoción cultural del Museo, dijo que lo festejaron el fin de semana para que la mayor cantidad de ciudadanos pudiera asistir a las actividades gratuitas del sábado.
Asimismo, afirmó que centraron la atención en el estudio presentado por Meléndez porque es una manera de afianzar el arraigo de un personaje alrededor del cual se han construido varios mitos, tanto a favor como en contra, debido a la notoriedad que adquirió.
Según Chaves, por ese motivo, es preponderante concebir a Juan Santamaría desde dos trincheras: como un héroe y como el hombre común que fue.
“La figura heroica tiene un profundo valor dentro del proceso de construcción de la nacionalidad costarricense, a finales del siglo XIX.
”No obstante, el hombre representa a todos aquellos participantes anónimos en la guerra, quienes atendieron al llamado del presidente Juan Rafael Mora, a pesar de los temores e incertidumbre que esta guerra significó para nuestra nación”, aseveró.
Figura polémica
Pese a los contrastes que pueden encontrarse entre el mito y la historia de quien quemara el mesón de guerra en Rivas, Nicaragua, el 11 de abril de 1856. Lo que es indiscutible es su existencia, confirma Raúl Arias, historiador experto en el tema de la Campaña Nacional.
“La existencia del soldado nunca ha estado en duda, ni el acto heroico de la quema del mesón de guerra. Lo que yo cuestiono, y otros también, es que fuera solo él quien lo hiciera, porque también lo intentaron el teniente Luis Pacheco y el soldado nicaragüense Joaquín Rosales, y eso lo confirman las investigaciones y la historia”, comentó el historiador.
Arias, quien tiene claro que el objetivo del personaje es rescatar la identidad nacional, considera que la tradición debe heredarse de una forma más acorde con los datos históricos.
“La historia que nos cuentan del acto heroico del soldado Juan como salvador de Costa Rica con la quema del mesón de guerra (entendido como un gran cuartel), está viciada de un gran mito y casi nada de realidad. De modo que la percepción que el pueblo tiene de Juan es tan pobre y sin sentido lógico histórico, que nadie sabe, en realidad, qué ocurrió realmente, solo seguimos un mito peligroso que estamos tratando de corregir”, prosiguió.
Asunto educativo
Según el historiador, para esto se ha acercado al Ministerio de Educación Pública (MEP), con el fin de que se adapten los programas de Estudios Sociales a la hora de contar a los estudiantes cómo ocurrió la gesta nacional.
Alicia Vargas, viceministra académica de la institución, explicó que la unidad didáctica empleada por los maestros en abril, cuando se aborda el tema de la Campaña Nacional, se basa en una política curricular bajo la visión de “educar para una nueva ciudadanía”.
Uno de los ejes de esa modalidad, explicó, es el de la ciudadanía global con identidad nacional, razón por la cual se respalda en clases el relato oficial de Juan Santamaría.