Las celebraciones comenzaron desde temprano. Ya a las 5 a. m. un grupo de vecinos adornaba sus vehículos y le daba los últimos retoques a las carrozas y a las alfombras de flores. No era para menos, la fiesta es importante para los católicos de Cartago y de otras partes de Costa Rica; la “pasada” de la Virgen de los Ángeles a la Catedral de Cartago. Su imagen permanecerá ahí hasta el primer domingo de setiembre.
Una eucaristía a las 8 a. m. en la Basílica fue el punto de partida de una procesión que llevó a la Negrita a su hogar temporal. En la carroza que la transportaba había flores de Llano Grande y productos agrícolas de Tierra Blanca. Boyeros con sus bueyes acompañaron el paso también.
Luego de este desfile, fue recibida con otra Eucaristía, a las 11 a. m., pero también con música, venta de productos agrícolas de la provincia y subasta ganadera. En la noche le espera un concierto católico.
El lema de este año, “María, símbolo de unidad, reúne y protege al pueblo costarricense”, fue el eje del festejo. Se pidió por menos divisiones y polarizaciones, menos rencor y más unión.
¿Por qué se hace ‘la pasada’?
La historia se remonta a hace 242 años. A mediados del siglo XVIII, las fiestas dedicadas a la Virgen de los Ángeles no solo contaban con peregrinaciones y actos religiosos, también se prestaban para un “relajamiento en la vida cotidiana”, que en ese entonces era controlada por las leyes de la Corona española.
En 1782, Lorenzo de Tristán, obispo de Nicaragua y Costa Rica, efectuó su visita pastoral y comprobó los desórdenes que sucedían durante la novena a la Virgen en el edificio de la cofradía, situado junto al santuario.
El obispo decretó entonces que la imagen de la patrona de la ciudad de Cartago se llevase, el día anterior a su fiesta, al templo parroquial de la ciudad, donde se celebraría solemnemente una misa.
Sin embargo, con el tiempo se quiso que la imagen estuviera en su “casa”, la Basílica de los Ángeles, durante la novena y el día de su fiesta, 2 de agosto, y posteriormente se trasladara a la parroquia (hoy Catedral de Cartago). Allí estará un mes y regresará a su hogar.
De esta forma finalizan las fiestas que comenzaron con la novena, el pasado 23 de julio. Sin embargo, varios fieles católicos comenzaron la fiesta tres días antes, cuando algunos adelantaron su romería hacia la Basílica.