Lima. Autoridades peruanas detectaron por segunda vez en una semana el ingreso sin permiso de vehículos a la zona donde se encuentran las milenarias Líneas de Nasca, de más de 2.000 años de antigüedad.
“Aproximadamente a 15 metros de la parte baja del geoglifo El Candelabro, se advierten huellas de vehículos medianos de una profundidad de cinco centímetros”, señaló el miércoles el ministerio de Cultura en un comunicado.
Las líneas de Nasca son figuras geométricas y de animales, que solo pueden ser apreciadas desde la altura.
Su real significado es un enigma: algunos investigadores las consideran un observatorio astronómico y otros un calendario.
El ministerio explicó que un grupo de expertos del sector ha constatado que no se produjo afectación del geoglifo y que este se encuentra intacto.
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La policía de Turismo logró capturar hace dos años en este lugar, a un grupo de visitantes que se desplazaban a bordo de dos camionetas sobre una zona cercana a El Candelabro de la Reserva Nacional de Paracas, ubicada a 285 kilómetros al sur de Lima.
Pese a que existe señalización, que advierte a los transeúntes y conductores sobre la intangibilidad del terreno y la restricción del ingreso, hay personas que entran poniendo en peligro las enigmáticas líneas, indicó el ministerio.
Hace una semana un camión ingresó ilegalmente a este sitio, que es Patrimonio de la Humanidad, afectando la superficie de la pampa, incluyendo parte de tres geoglifos.
El conductor fue detenido por la policía pero un juez le dio libertad con restricción hasta que se le inicie el proceso.