Limón. A una semana del incendio, un grupo de voluntarios trabajaba en la limpieza de lo que fuera el Liberty Hall, más conocido como el Black Star Line.
Empleados de la Municipalidad de Limón y personal de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) se sumaron a los miembros de la Universal Negro Improvement Association (UNIA) para recolectar los escombros que dejó el fuego.
Algunos transeúntes se detenían y tomaban un trozo de madera a manera de recuerdo. Otros, como Andrés Delgado, viajaron desde distintas partes del país para rendirle homenaje al emblemático inmueble.
Delgado se trasladó desde Alajuela para dejarle una rosa a ese edificio de madera, pintado de verde, que tan importante era para su novia.
“Vine a conocerlo una semana antes de que se quemara. Vine con ella, almorzamos, subimos al segundo piso, conversé con todos en el restaurante y hasta guardé la factura como recuerdo”, comentó Delgado.
“Es que el amor de mi vida es de Limón”, contó, al agregar que “conocer el Black Star Line era conocer sus raíces”.
Por la misma razón sentimental e histórica, el pueblo limonense quiere su Liberty Hall de vuelta. “Nosotros queremos recuperar la fachada tal cual, aunque sea con otros materiales. Si existen otros materiales que puedan durar 200 años, entonces la idea es usarlos”, dijo Winston Norman, presidente de la UNIA.
El Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) aseguró que será respetuoso del sentir del pueblo.
“A partir de este momento se iniciará un proceso de reuniones con autoridades para que sea la comunidad la que decida si en efecto se quiere hacer una reconstrucción idéntica o partir con un edificio nuevo. Es muy probable que todo se encamine hacia la reconstrucción”, indicó el arquitecto William Monge, director del Centro de Patrimonio.
En este sentido, esa oficina le recomendó a la UNIA no remover lo poco que no fue consumido por el incendio del pasado 29 de abril. “Esos son testimonios históricos que se utilizarán para la reconstrucción”, indicó Monge.
No obstante, a Norman le preocupa la seguridad de los transeúntes y, por eso, urge otra visita del Centro de Patrimonio.
“Tenemos que hablarles para que vengan lo más pronto posible porque tampoco queremos mantener eso por mucho más tiempo, un fuerte viento puede traerse; abajo los cincs y es peligroso”, manifestó Norman.
Reconstrucción. Debido a la magnitud de los daños provocados por el fuego originado por una falla eléctrica, será necesario reconstruir totalmente el edificio.
“Lo que quedó fue una cascarita en la fachada y por dentro todo quemado. Será necesario empezar de cero. El Black Star Line es uno de esos edificios emblemáticos que están en la memoria colectiva y que la comunidad quiere volver a reproducirlos. Lo más probable es que se reinterprete el edificio a nivel de fachada. La reconstrucción tiene que contemplar todos los detalles que eran necesarios, como refuerzo estructural, nuevo sistema eléctrico, accesibilidad universal, sistema contra incendios y un ascensor”, destacó Monge.
Asimismo, el arquitecto dijo que el próximo 12 de mayo, a la 1 p. m., se realizará un conversatorio en Limón, para explicarle a la comunidad los pasos por seguir. Participarán representantes del Centro de Patrimonio y la UNIA.
“Ellos (Centro) son los que nos van a asesorar sobre lo que hay que hacer para levantar el Liberty Hall, que es un emblema para todos nosotros”, dijo Norman.
Para Monge, no es usual levantar un falso histórico; es decir, una réplica o reconstrucción de un edificio con base en el diseño original. “Sin embargo, en edificios muy emblemáticos se hace la excepción. Un ejemplo muy claro de esto es la ciudad de Varsovia, en Polonia, que quedó destruida casi en su totalidad en la Segunda Guerra Mundial”, explicó.
El funcionario confirmó que la firma Zürcher Arquitectos ofreció el anteproyecto, mientras que la empresa Camacho y Mora hizo lo mismo con los planos de un reforzamiento estructural.
También el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos, así como el Instituto Tecnológico de Costa Rica, están dispuestos a colaborar.
“Con el anteproyecto podemos visualizar la idea de la reconstrucción y luego diseñar los planos constructivos. Es un diseño costoso, pues debe cumplir con el Código Sísmico; el Código Eléctrico de Costa Rica para la Seguridad de la Vida y de la Propiedad; la Ley Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, N.° 7.600, y la Norma NFPA 101 para la Seguridad Humana”, detalló Monge.
También, el arquitecto añadió que “la reconstrucción tiene que rescatar además el sistema constructivo original. Se debe utilizar madera, pero curada con tratamiento especial para hacerla resistente a las termitas y la humedad. Afortunadamente, existe mucha documentación y fotografías sobre este edificio”.
Fondos. De acuerdo con Monge, por ahora es difícil hablar del financiamiento si todavía no se han calculado los costos.
El Liberty Hall o Black Star Line es propiedad de la UNIA, pero –como organización sin fines de lucro que es– esta no posee el dinero para financiar la reconstrucción del inmueble.
“Estamos esperando saber el costo para iniciar las campañas de recolecta de fondos. El pueblo de Limón está deseoso de colaborar y nos están presionando”, relató Norman.
La necesidad de remodelar este edificio data del 2013, cuando la entonces mandataria Laura Chinchilla giró la orden al Ministerio de Cultura. “Pero en ese momento no se hizo nada”, enfatizó el presidente de la UNIA.
“En este Gobierno (administración Solís) se presupuestaron ¢60 millones, pero los diputados los recortaron”, agregó.
Aun así, el Centro del Patrimonio y la UNIA sostuvieron reuniones, cuyo fin era remodelar el edificio. No obstante,el fuego los sorprendió y la idea de la remodelación ya no tiene sentido.