Cuna de la artesanía y casa de la carreta típica –por citar tan solo dos de sus atributos–, Sarchí, en el cantón de Valverde Vega, Alajuela, se embellece para volver a llenar sus calles de turistas.
En el siglo pasado, este distrito fue parada obligatoria para quienes viajaban hacia las playas del Pacífico, particularmente por la carretera vieja hacia Puntarenas. Sin embargo, esto cambió, pues la mayoría de viajeros toman ahora las nuevas rutas y ya no contribuyen con la economía local.
Por ese motivo, la municipalidad emprendió la tarea de embellecer Sarchí para que refleje mejor su identidad. Lo ha hecho pintando diversos espacios públicos con motivos alusivos a la carreta típica, surgida justamente en este terruño y declarada Símbolo Nacional en 1988.
"Eso es lo que nos identifica. Queremos eso, reflejarnos como somos", aseguró Ramón Rodríguez, asesor externo del municipio de Valverde Vega, quien está a cargo de este programa.
Por amor a la carreta
La iniciativa lleva por nombre Sarchí, un pueblo con color, y consiste en el remozamiento de un tramo de 5,3 kilómetros que va desde el límite con Grecia, sobre el río Sarchí, hasta la frontera con Naranjo, llegando al río Colorado.
Este corredor vial era empleado por los turistas en el pasado. Si no viajaban a la playa, los visitantes acudían a esta zona para aprovechar la producción en serie de muebles de madera, una de las principales actividades económicas de los habitantes.
El proyecto propone cubrir, con motivos autóctonos pintados, los tres puentes que se ubican en ese trayecto, 200 postes del tendido eléctrico, y las casas y los comercios que están al lado de la calle.
El sueño de colores ya se materializó en los puentes y en 50 de los postes. Estos últimos estarán pintados en su totalidad en diciembre de este año, afirmó Rodríguez.
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El trabajo lo llevan a cabo seis artistas locales: Luis Madrigal, Fernando Chavarría, Gerald Vargas, Rolando Alvarado y el matrimonio formado por Wilson Bonilla y Andrea Moreno.
Según contó Rodríguez, el proyecto se dividió en dos etapas: una para este año y otra para el 2018.
De la primera ya se ejecutó gran parte; solo falta pintar, con el mismo estilo, las áreas de cemento del parque de Sarchí.
Ahí se encuentra la carreta más grande del mundo, elaborada por artesanos locales, gracias a la cual el pueblo fue incluido en el Libro de Records Guinness en el 2006.
Aunque ya se empezó con algunas casas y comercios, el turno para pintar la totalidad de estas estructuras será el 2018, comentó Rodríguez.
Ferias locales
La reinvención de Sarchí va más allá de lo estético. Trae consigo tres ferias, una artesanal y gastronómica que se llevó a cabo en abril, y dos más en los próximos días.
La que sigue, con motivo de los festejos patronales en honor a Santiago Apóstol, dará inicio este viernes 21 de julio y se extenderá hasta el martes 25 de julio.
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Habrá exhibición de microempresarios, actividades culturales y religiosas y venta de comidas típicas.
La tercera será una feria navideña y tendrá lugar durante el primero y segundo fin de semana de diciembre en el campo ferial de Sarchí norte.
Hasta Bajos del Toro
La segunda etapa saldrá de los límites de Sarchí y llegará al distrito de Toro Amarillo.
En esa localidad se replicará la tarea emprendida en el corredor vial sarchiceño. Sin embargo, en este caso, se llamará La Ruta de las Aves.
Se tratará de un camino de 25 kilómetros –de Sarchí sur hasta Toro Amarillo– en el que también se estamparán imágenes con pintura en postes y casas, pero en esta ocasión los diseños serán de aves y elementos autóctonos.
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Esto porque esa localidad forma parte del corredor biológico que alberga al Parque Nacional Juan Castro Blanco, casa de 130 variedades de aves.
Sarchí, un pueblo con color, cuenta con el apoyo de la Asociación de Desarrollo de Sarchí Norte, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), la Cámara de Turismo local, el Consejo de Distrito y la empresa Grupo Sur, que donó gran parte de la pintura empleada para el proyecto.