El Club Social de Cartago, escenario de múltiples acontecimientos sociales y políticos durante los últimos cien años, está desapareciendo a la vista y paciencia de los habitantes de la Vieja Metrópoli.
Este emblemático edificio neoclásico que fue declarado patrimonio histórico arquitectónico, está siendo desmantelado por vándalos sin que nadie tome medidas para detenerlos.
La edificación es saqueada a plena luz del día, aprovechándose de su estado de abandono. Así lo denunciaron Mario Chacón Moya y Eduardo Castillo Rojas, voceros de la organización cultural “Cartago, su historia, ayer y hoy”.
Estos dos cartagineses manifestaron su decepción ante la falta de apoyo tanto de la Municipalidad como del Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura, en su lucha por preservar este icónico edificio.
Los vándalos, de día y de noche, se roban el mobiliario, adornos e incluso el techo del inmueble, ubicado a 50 metros al noroeste de la Municipalidad de Cartago. El edificio es centro de un litigio.
El alcalde de Cartago, Mario Redondo, sostiene que los responsables de ese inmueble son quienes deben garantizar su vigilancia las 24 horas. Así lo hizo saber en un oficio enviado al Juzgado Civil de Cartago, donde se tramita el litigio sobre los dueños del Club.
“Hemos presentado medida cautelar urgentísima de protección por el interés público inherente a la declaratoria e incorporación al patrimonio histórico arquitectónico de Costa Rica, del inmueble conocido como Club Social de Cartago”, informó Redondo.
El alcalde solicitó al Juzgado ordenar al liquidador de esta causa que proceda a realizar lo necesario para recuperar la fachada de la edificación y para evitar que el deterioro se extienda al resto del inmueble.
Para el regidor José David Mitta, esas acciones no son suficientes por lo que presentará una moción para lograr " una intervención efectiva e inmediata”.
El prestigioso club fue inaugurado en 1923 por la élite económica y política cartaginesa de la época. Es de arquitectura neoclásica y mide 1.690 metros cuadrados.
En las últimas décadas, ahí se realizaba la cena en homenaje al mandatario de turno que visitaba la Vieja Metrópoli cada 14 de setiembre, en las celebraciones de la Independencia patria.
Fue declarado patrimonio arquitectónico histórico el 12 de abril del año 2000, bajo el decreto 28.556.