Una vez al mes, las terapias de cuidados intensivos en el Hospital Calderón Guardia cambian y pequeños perros se convierten en terapeutas.
“Son múltiples los beneficios que recibe el paciente con la terapia asistida con perros. Entre ellos están la mejora del estado de ánimo, la percepción del tiempo de hospitalización y el manejo de la ansiedad. Es decir, los pacientes están más dispuestos a seguir las indicaciones médicas", comentó Iván Fariñas Bellanero, psicólogo de la Unidad de Cuidados Intensivos del centro médico.
Una de las beneficiadas en los últimos días fue Mariana Aguilar Sánchez. Ella se recuperaba de una peritonitis (inflamación de la capa de tejido que recubre el interior del abdomen). Para ella, el apoyo de los perros fue trascendental.
“Me gustó mucho y me ayudó mucho, porque a mí me encantan los perros. Ese día estuve muy bien y ojalá lo vuelvan a llevar para que les ayude a otras personas como a mí”, recordó.
César Aguilar, padre de Mariana, coincidió: “por las ganas de verlos, ella caminó hasta donde estaban ellos sin agitarse. Fue una experiencia muy bonita, incluso para el personal de salud, que se veía muy contento”.
La iniciativa de “perros terapeutas”
Donato Salas Segura, jefe de la Unidad de cuidados intensivos (UCI) buscó humanizar el cuidado de los pacientes. Entonces promovió una alianza con la Asociación Centro de Intervenciones Asistidas con Animales, para aquellos pacientes que estén en la posibilidad.
Salas explicó que el paciente que está en una sala de UCI es una persona que, la mayoría del tiempo sufre el síndrome de ansiedad postraumático, por lo que este tipo de acercamientos con animales los conecta con la realidad.
En este momento la terapia es una vez al mes, pero se busca que sea una vez cada 15 días. El grupo que participa en este proceso está conformado por profesionales en terapia física, terapia respiratoria, enfermería, medicina intensiva y psicología, ya que los pacientes están ventilados y requieren el cuidado especializado de estos profesionales.