A Theodoros Papaloukas le costó mucho ser considerado un jugador de primera clase, pero ayer finalmente dio ese gran paso, al conducir al seleccionado de Grecia a un histórico triunfo sobre Estados Unidos, en el Mundial de Baloncesto que se disputa en Japón.
Aunque es difícil destacar a un solo jugador en una victoria fraguada en el juego colectivo, el aporte de Papaloukas fue “espectacular”, como lo calificó el propio técnico norteamericano, Mike Krzyewski.
Papaloukas tuvo un rendimiento casi perfecto como base, con 12 asistencias y solo dos pérdidas de balón, en el juego que les dio el pase a la final del torneo gracias al triunfo sobre la pléyade de la NBA, 101 a 95.
Papaloukas, jugador de 29 años, que milita en el Olympiakos de Grecia, mide 2,00 metros y alguna vez estuvo a prueba con los Bucks (NBA).
Pero ahora los sueños de este distribuidor se concentran en la final que jugarán el domingo en la madrugada contra España y que definirá al nuevo monarca mundial del baloncesto masculino.