Limón. La audiencia pública para discutir la eventual construcción de una plataforma explotadora de petróleo en Limón se convirtió ayer en un campo de batalla, entre defensores de la naturaleza y buscares del oro negro.
Fueron al menos 10 horas de gritos, insultos, ofensas y poco aporte técnico sobre los beneficios y desventajas de un desarrollo petrolero en el Caribe.
A los pocos minutos de iniciada la audiencia, promovida por la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), ambientalistas y defensores de las petroleras se enfrascaron en una guerra verbal.
La audiencia se desarrolló en el parqueo del centro de capacitación de Recope, en Moín. Gloria Machore, de la Asociación de Lucha Antipetrolera (Adela), consideró que el lugar favoreció los disturbios.
Más de 600 personas debieron apretujarse bajo unos cuantos toldos para protegerse de la lluvia. 214 de ellas se inscribieron ante Setena para exponer sus ideas.
Los primeros en defender el proyecto de hidrocarburos fueron los empresarios de Harken Costa Rica Holdings y MKJ Xploraciones, concesionarios durante 20 años de dos bloques petroleros frente a las costas de Moín.
Además, algunos limonenses cifran sus esperanzas en el oro negro. "O nos morimos de hambre, o explotamos el petróleo, para que se quede esa plata en Limón", dijo Marvin Wright, del barrio Los Cocos, en esta ciudad.
Solo en camisetas, transporte y alimentación de los seguidores del proyecto, las empresas invirtieron ¢3 millones, confirmó Juan Pacheco, vicepresidente de MKJ.
El vocero de Harken Costa Rica Holdings, Olman Barboza, dijo que la perforación de la plataforma petrolera ocuparía unos 185 trabajadores.
Si después de esta etapa, que tardaría 90 días, se encuentra petróleo en cantidades aprovechables, los beneficiados podrían ser 1.000 o 2.000 más, dijo Barboza.
Criterios opuestos
En total oposición se manifestaron representantes de grupos comunales, ambientales, indígenas y empresarios turísticos.
Greivin Villegas, de la Asociación de profesionales de Japdeva, consideró que el proyecto de perforación no señala cuáles serían los efectos sobre las especies de animales y plantas marinas en caso de derrame del crudo.
El abogado de las empresas, Óscar Sandoval, recalcó que el estudio de impacto ambiental que ve la Setena posee las herramientas para evitar posibles daños.
Aún así, el defensor de los Habitantes, José Manuel Echandi, consideró que la Secretaría no cuenta con los recursos técnicos y financieros para vigilar un proyecto de estas dimensiones.
Tomando en cuenta todos estos argumentos, la Setena dedicará ahora su tiempo para emitir un dictamen sobre la instalación de la plataforma exploratoria.
Su secretario, Humberto Cerdas, no brindó una fecha definitiva para la resolución, pero espera que este organismo tenga el veredicto en unos 30 días.
Un mes después, el Concejo de Limón realizaría un plebiscito para que sus habitantes voten sobre el desarrollo petrolero en la zona.