Al noroeste de la capital, en la planta de tratamiento Los Tajos, en La Uruca, se procesan cada día 435 litros de agua por segundo de aguas sucias provenientes de varios cantones metropolitanos.
Esto es equivalente a 37 millones de botellas de un litro que se vertirán a los ríos sin los desechos. Además se libera a los cauces de 10 toneladas diarias de residuos sólidos, provenientes de los hogares de los casi 200.000 usuarios.
El costo estimado es de $388 millones al incluir una red de tuberías y alcantarillado sanitario que ya se teje en 11 cantones del área metropolitana.
Al concluir las obras en el 2020, Los Tajos tratará las aguas residuales de poco más de un millón de personas del Valle Central.
El proyecto es financiado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) con un aporte de casi $150 millones, además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Nacional y recursos propios del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).