En 1997, el hombre sospechoso de los 19 crímenes del psicópata acudió al OIJ para denunciar a un grupo de inversionistas estadounidenses.
Polanco aseguró que los extranjeros pretendían contratarlo como sicario para eliminar a una persona que los estafó aquí.
El plan nunca se concretó y los sujetos salieron del país antes de que el Ministerio Público los entrevistara.
El sospechoso nació en Matagalpa, Nicaragua, en el seno una familia de escasos recursos económicos. Vivió durante su niñez en el Boaco, al norte de Managua.
Desde los 12 años se marchó de casa; al parecer se enroló en el ejército somocista.
En 1974, su excompañera trató de envenenarlo; eso le produjo un profundo resentimiento.
En Costa Rica trabajó como pistero, taxista, soldador, guardaespaldas, policía y operario fabril. Desapareció el 25 de marzo de 1998.
Lo mató un taxista asaltante. Su osamenta apareció en el parque Braulio Carrillo. Lo reconocieron por el callo de una fractura de tibia y peroné.
Polanco se accidentó en una moto, en 1980. Se casó aquí en 1978 y tuvo cuatro hijos.