Un proyecto aprobado en la Comisión Plena Segunda, que faculta al Consejo Nacional de Migración a autorizar el ingreso de extranjeros con documentos distintos al pasaporte, es motivo de polémica en el Congreso.
Por ejemplo, la fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC) y la liberacionista Laura Chinchilla advirtieron ayer que la iniciativa podría abrir un portillo para el ingreso de foráneos indeseables.
Ello por cuanto únicamente se exigiría a los extranjeros la presentación de documentos oficiales de su país de origen como la licencia de conducir, cédula de identidad o carné de la seguridad social.
Esa documentación se adjuntaría a una tarjeta de turismo que actualmente se emite por parte de las las autoridades migratorias nacionales. El permiso de ingreso tiene una vigencia de tres meses.
A la preocupación de los diputado se sumó la Defensoría de los Habitantes y la Procuraduría General de la República, la cual emitió una opinión consultiva que rechaza el plan.
La Procuraduría consideró que el pasaporte es insustituible y no puede ser suplantado por ningún otro tipo de documento.
Mientras tanto, el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC, oficialista) respaldó la aprobación del plan.
La propuesta, dijo el presidente del Congreso, Mario Redondo, la hizo el Poder Ejecutivo con el afán de facilitar y estimular el arribo de turistas en vuelos chárters, sobre todo a la provincia de Guanacaste.
Los documentos que deben presentar los foráneos deben contener información suficiente que le permitan a las autoridades migratorias llevar un registro y el control de los extranjeros, argumentó.
Mecanismo normal
Por su parte, Belisario Solano, viceministro de Gobernación y presidente del Consejo Nacional de Migración, sostuvo que la enmienda solo viene a normalizar un mecanismo que opera actualmente por decreto.
Aseguró que el procedimiento se utiliza en el ingreso de turistas canadienses, estadounidenses y los panameños que ingresan por tierra a suelo nacional.
“La posición del Gobierno es que no necesariamente pidiendo pasaporte vamos tener mecanismos para contralar el ingreso de personas indeseables”, consideró Solano.
La posición de este funcionario fue avalada por el legislador liberacionista Sigifredo Aiza, quien representa a la provincia de Guanacaste. Él votó positivamente el proyecto.
“En el pasaporte no se dice la preferencia sexual de las personas.
“Lo único que se busca es facilitar el ingreso de turistas. Nadie se va a quedar en el país. Los vuelos tiene fecha de arribo y de salida”, comentó el parlamentario verdiblanco.
La iniciativa, que adiciona un segundo párrafo al artículo 46 de la Ley general de migración y extranjería , fue aprobada en primer debate el 17 de setiembre en la Comisión Plena Segunda.
Sin embargo, el segundo debate quedó suspendido debido a que 10 legisladores presentaron el lunes una consulta de constitucionalidad ante los magistrados de la Sala IV. Este órgano dispone de un mes para emitir un criterio sobre el proyecto.
Ese grupo de legisladores objeta que se privilegie el “interés turístico” sobre la protección integran de los derechos de niños y adolescentes.
Por otra parte, la Procuraduría concluyó en la opinión consultiva enviada al Congreso el 12 de setiembre que usar la tarjeta de turismo como documento sustitutivo del pasaporte de los extranjeros, “amén de irracional y desproporcionado”, es antijurídico y lesivo del interés público en materia migratoria.
El defensor José Manuel Echandi se mostró preocupado debido a que la propuesta de ley podría relajar los controles migratorios.