Los diputados aprobaron este lunes, en segundo debate y definitivo, el ingreso de Costa Rica a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un año después de que esa organización autorizó la integración del país en la silla 38.
A favor del ingreso estuvieron 40 legisladores, luego de un debate que se postergó por varias semanas, debido a varias complicaciones en el plenario, entre ellas el cambio de las legislaturas, la prioridad a proyectos como la reforma al empleo público y las órdenes sanitarias por covid-19 que diezmaron la asistencia al pleno.
En contra votaron Paola Vega, del Partido Acción Ciudadana (PAC); José María Villalta, del Frente Amplio, y el independiente Dragos Dolanescu.
La OCDE es una organización internacional integrada por los países con mayores índices de desarrollo de la comunidad internacional, que construyen y proponen políticas públicas para la excelencia en el servicio a los ciudadanos.
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El proceso de ingreso a ese organismo empezó en el 2015, y se aprobó luego de pasar por exámenes de 22 comités de la OCDE y la venia de los diferentes países.
Esos exámenes implicaron una importante cantidad de reformas en el aparato legal costarricense, para adecuarse a las mejores prácticas en varios ámbitos del Estado.
De acuerdo con el Programa Estado de la Nación (PEN), la OCDE provee un foro donde los países intercambian información, comparan experiencias de políticas públicas, buscan respuestas a problemas comunes, identifican buenas prácticas y procuran armonizar sus políticas públicas para mejorar el bienestar de las personas.
El jefe de la fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Pablo Abarca, enfatizó que esta aprobación implica entrar al top de los 38 países, con producto interno bruto (PIB) mucho mayor al costarricense, reglas de desarrollo mejores y poblaciones más numerosas.
“Eso está muy bien, compararnos con gente con alta competitividad. Pero entrar en esa lista e ir con una regulación y realidades que no se terminan con esta incorporación, sino más bien requieren atención, hay que decirles a los costarricenses que esto apenas comienza”, agregó.
También alegó que esa una apuesta y es decirles a los costarricenses “tenemos que ser mejores”.
La liberacionista Yorleny León también se manifestó muy satisfecha por la aprobación, bajo la esperanza de que se permita generar mejores condiciones a los habitantes, sino que muchas de las leyes aprobadas están en implementación.
No obstante, enfatizó que ya los exámenes al país en políticas nacionales de educación habían determinado varios asuntos que el país debe atender con urgencia, para darle al principal recurso de este país, el recurso humano, las condiciones y habilidades para salir adelante.
La oficialista Vega adujo que, entre sus argumentos para votar en contra, está que la Sala Constitucional remarcó que hay una serie de instrumentos sin traducción oficial y sin que el plenario de la Asamblea Legislativa los conozca.
De hecho, ella enfatizó que la votación sobre el acuerdo en el tribunal constitucional fue de cuatro magistrados a favor y tres en contra, cuando la minoría remarcó precisamente la falta de traducción oficial de esos instrumentos.
“Por más que ahí digan las cosas más bellas y por más que sean compromisos que beneficien al país, si no los conozco como legisladora, no los puedo votar. Solo voto lo que conozca”, agregó Vega.
Ella también cuestionó que muchas de las recomendaciones de la OCDE se frenan o rechazan en el plenario, entre ellas una distribución tributaria progresiva que grave las rentas más altas, al igual que el Acuerdo de Escazú sobre participación pública en materia ambiental, y la prohibición a los plásticos de un solo uso.
El independiente Jonathan Prendas, quien presidió la comisión que tramitó los proyectos para lograr ese ingreso, dijo que está “más que complacido”.
“Hicimos un trabajo serio, a conciencia, y le quedará a las próximas generaciones. Tendremos el mejor consejo, la mejor decisión fue entrar a este organismo que nos va a permitir caminar bajo los mejores parámetros de excelencia y desarrollo”, indicó.
Una vez aprobado el proyecto, el Gobierno celebró la aprobación del Acuerdo de Adhesión a la OCDE y su convención.
El ministro de Comercio Exterior, Andrés Valenciano, agradeció a los diputados porque “han mostrado una verdadera convicción y amplio consenso político”. El ministro lo calificó de hito histórico que se consolidó a lo largo de tres administraciones: la de Laura Chinchilla (2010-2014), Luis Guillermo Solís (2014-2018) y la actual, de Carlos Alvarado.