La crisis humanitaria provocada por el régimen de Nicolás Maduro empujó a 40.000 venezolanos a Costa Rica, expuso un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) divulgado este fin de semana.
La mayoría de esta población huyó en condiciones vulnerables en el 2019, año en que Maduro asumió un nuevo mandato de seis años pese a no ser reconocido por los gobiernos de al menos 34 países, entre ellos el costarricense.
El informe “Situación de los migrantes y refugiados venezolanos en Costa Rica” señala que, en los últimos cinco años, el perfil del migrante venezolano ha cambiado por la profundización de la crisis en el país suramericano, pues “cada vez más, quienes llegan requieren asistencia humanitaria y mayor apoyo para su integración en los mercados laborales”.
"En los últimos años, los venezolanos llegan en condiciones más vulnerables, con carencias de alimentación, salud, empleo y abrigo. Muchos de ellos solo cuentan con los medios económicos para comprar el boleto de avión y llegan a Costa Rica solicitando que se les otorgue la condición de refugiado”, señala el informe.
¿De qué huyen? Según el informe, escapan de la profundización de la crisis humanitaria, del aumento de la represión y de las fallas en los servicios básicos.
Además, sufren por la falta de acceso a la documentación, el incremento de la violencia y la carencia de empleo que hay en Venezuela, “producto de un régimen que ha coartado sistemáticamente las libertades”.
Al mismo tiempo que la OEA enciende estas alertas, también aplaude las políticas costarricenses que han permitido el ingreso de los migrantes venezolanos y nicaragüenses que huyen de las “dictaduras modernas”, como llama el informe a los regímenes de Maduro y Daniel Ortega.
El informe calcula a los migrantes y refugiados nicaragüenses en medio millón de personas.
Para el caso de los venezolanos, el documento rescata la política de permitir el tránsito de estos ciudadanos en el país aunque circulen con su pasaporte vencido, ante el encarecimiento y costo de estos documentos en ese país.
También, el que no se solicite visa para el ingreso.
Población migrante de Venezuela en Costa Rica
FUENTE: MESAS DE TRABAJO OEA. || J.M. / LA NACIÓN.
Urge trabajo y protección
El documento rescata que, hace 10 años, los venezolanos que llegaban a Costa Rica lo hicieron con los medios económicos que les permitieron establecerse e integrarse fácilmente a los mercados laborales.
A pesar de que más de la mitad de esas personas tiene una carrera universitaria y representan una población relativamente joven, de 39 años en promedio, solo el 48% está empleado.
Una de las principales limitaciones que señala el informe es que estas personas, en su mayoría, no tienen un estatus migratorio regular, pues solo el 19% de los venezolanos tiene condición de refugiado, mientras que el 60% lo está solicitando.
No tener esa condición los aleja de las oportunidades laborales.
En el 2019, de las 2.200 solicitudes de refugio que ingresaron, las autoridades costarricenses solo avalaron el 1%.
Esto ocurre porque la mayoría no cumple con los requisitos de la condición de refugiado, según la legislación costarricense, ya que Costa Rica no es firmante de la Declaración de Cartagena, que establece un concepto de refugiado más ampliado.
Por eso, entre las recomendaciones, la OEA hace un llamado urgente a la comunidad internacional a brindar ayuda técnica y financiera para que el Estado costarricense pueda implementar un plan de Protección Complementaria de forma que agilice y facilite la integración de los venezolanos a la sociedad y mercados laborales costarricenses.
La investigación estuvo a cargo de la Oficina de la Secretaría General de la OEA para abordar la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, coordinada por el venezolano David Smolansky, quien visitó el país y se reunió con diversas autoridades en noviembre del año anterior.
En esa visita se realizaron varias mesas de trabajo con población venezolana.
Se estima que el 14% de la población venezolana es migrante, por lo que ocupa el segundo lugar de los países donde más huyen sus ciudadanos, después de Siria.