Ocho expresidentes de la República rechazaron las declaraciones del mandatario Rodrigo Chaves, quien calificó a Costa Rica como una “dictadura perfecta”.
“Equiparó a Costa Rica con países como Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros, donde las y los ciudadanos no eligen libremente a sus gobernantes, donde existen presos políticos, donde no hay libertad económica, donde la libertad de expresión se castiga, entre muchas otras condiciones de represión que avergüenzan a la humanidad”, expresaron los exgobernantes en un manifiesto.
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Para ellos, las declaraciones de Chaves son inaceptables porque Costa Rica es la democracia más antigua e ininterrumpida de América Latina, considerada por diversas organizaciones internacionales como una de las pocas democracias plenas en América, junto con las de Canadá, Chile y Uruguay
El documento lo firmaron Óscar Arias Sánchez (1986-1990 y 2006-2010), Rafael Angel Calderón Fournier (1990-1994), José María Figueres (1994-1998), Miguel Angel Rodríguez Echeverría (1998-2002), Abel Pacheco de la Espriella (2002-2006), Laura Chinchilla Miranda (2010-2014), Luis Guillermo Solís Rivera ( 2014-2018) y Carlos Alvarado Quesada (2018-2022).
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En el pronunciamiento, subrayan que las instituciones democráticas costarricenses han sido pilares en la defensa del Estado de derecho y las libertades civiles, permitiendo al país acumular logros significativos en derechos humanos, igualdad de género, reducción de la mortalidad infantil y protección ambiental.
Los firmantes advirtieron al actual presidente de que desconocer los logros de la historia de Costa Rica y distorsionar la verdad de los hechos no solo impide resolver los problemas actuales, sino que los agravará.
Por lo tanto, llamaron a Chaves a deponer las banderas partidistas, evitar ataques, construir puentes y buscar acuerdos que continúen fortaleciendo la gobernabilidad y la calidad de vida de los costarricenses.
El 14 de junio, durante un evento en La Fortuna de San Carlos, Chaves arremetió contra la democracia costarricense, asegurando que el régimen creado a partir de 1948 es una “dictadura perfecta”. Alegó que la institucionalidad y el sistema democrático no le permiten a su gobierno generar una prosperidad que incluya no solo dinero, sino también seguridad, infraestructura y bienestar general.
El comunicado de los expresidentes agrega que Costa Rica es y debe seguir siendo una verdadera democracia, y que cualquier narrativa que tergiverse su historia es peligrosa y debe ser rechazada.
Laura Chinchilla: ‘Somos lo opuesto a esas sociedades’
La expresidenta Laura Chinchilla declaró a La Nación que es delicado “cuando nada más y nada menos que el presidente de nuestro país dice que aquí tenemos una dictadura perfecta, lo cual es igual que compararnos con países que han avergonzado a la humanidad”.
“Somos precisamente todo lo opuesto a lo que esas sociedades han sido. Entonces, no sabemos si esta declaración si es producto de su ignorancia, de su imaginación o de qué, pero nuestra obligación es rechazarla porque simple y sencillamente se están falseando los hechos de manera irresponsable”, expresó la exmandataria.
Chaves: ‘Se dan por aludidos’
En conferencia de prensa, este miércoles, Rodrigo Chaves criticó a siete de los ocho expresidentes firmantes de la carta, al asegurar que se dan por aludidos porque son parte de la problemática que él cuestiona. Excluyó de sus declaraciones al exmandatario Abel Pacheco.
“La palabra ‘dictadura perfecta’ no fue la más apropiada, pero sí ‘tiranía perfecta’. Usted en Costa Rica vota por el presidente, ahí hay democracia; hay una democracia más o menos en la elección de diputados, porque los partidos se los ponen para que tenga que votar por papeletas. Hay libertad de prensa sin duda, un aspecto positivo.
“Los gobiernos de esas siete personas y sus asambleas legislativas, que ellos controlaron y tuvieron mayoría, eligieron a todos los magistrados, eligieron a la contralora, pasaron las leyes que nos amarran hoy, empezaron a suavizar las leyes contra los criminales, empezaron a dar poderes absolutos a los mandos medios que ellos nombraron. Nadie que tenga dos dedos de frente pensaría que yo comparé nuestro sistema con Corea del Norte, Cuba o Nicaragua”, argumentó.
Insistió en que los expresidentes son “autores y actores fundamentales en lo que hoy estamos tratando de arreglar”.