Matthieu Robin, representante de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), expresó su inquietud ante la posible renuncia del Ministerio de Hacienda a un crédito de 100 millones de euros (¢55.620 millones) destinado al apoyo presupuestario, el cual se encuentra en trámite en la Asamblea Legislativa.
Para el representante del banco bilateral del gobierno de Francia, renunciar al financiamiento podría reducir en forma significativa la probabilidad de que la AFD vuelva a otorgarle a Costa Rica un crédito similar a corto plazo, a pesar de las necesidades de financiamiento que el país pueda tener.
El jerarca de Hacienda, Nogui Acosta, planteó la posibilidad de renunciar a este préstamo, y a otros dos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), si los diputados persisten en la propuesta de destinar el 40% de esos empréstitos al abono de la deuda del Estado con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Dichos créditos suman más de ¢210.000 millones, de los cuales ¢84.000 millones irían a la Caja y ¢126.000 millones al Gobierno, de acuerdo con la propuesta de los legisladores. Acosta argumenta que esta medida afectaría el financiamiento del Presupuesto Nacional y, por ende, el pago de la planilla y las inversiones del país.
Al respecto, Robin alegó que el crédito ofrecido por la Agencia Francesa de Desarrollo es concesional y en condiciones favorables, y que el banco ha invertido tiempo y recursos durante tres años en la construcción de este programa.
Los 100 millones de euros adquiridos a través de la AFD tienen un plazo de 20 años, con un periodo de gracia de cinco años y una tasa de interés variable del 3,25%.
“Si al final resulta que no podemos continuar, sería una inversión con una parte de pérdida, y no estoy seguro de que la Junta Directiva de la AFD, en particular, tenga mucho interés en proporcionar un nuevo crédito de apoyo presupuestario”, señaló.
Robin, no obstante, aclaró que es respetuoso de la discusión que tiene la Asamblea Legislativa sobre los créditos.
De igual manera, Francisco Javier Urra, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Costa Rica, manifestó su preocupación por el futuro de los empréstitos.
Apoyo a descarbonización
Entre los componentes del programa con la AFD, Robin destacó un diálogo bilateral que incluye la implementación de asistencia técnica en descarbonización que ya se implementó, con un costo de 2 millones de euros.
Indicó que el crédito es fungible, es decir, una vez que el país cumplió con metas sobre descarbonización el gobierno tiene libertad de usarlo en cualquier gasto de su presupuesto.
Según explicó, entre los proyectos de asistencia técnica desarrollados en el país ligados al financiamiento figuran la elaboración de una hoja de ruta con el Gobierno y la academia para el manejo de baterías, dado que la descarbonización incluye electrificar el transporte.
Otras iniciativas tienen que ver con un plan de monitoreo de manglares implementado con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) y con un protocolo de mitigación de gases de efecto invernadero con la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica).