Don Víctor Sánchez, agricultor y boyero de San Isidro de Heredia, llegó a su centro de votación con una esplendorosa yunta de bueyes. Chato y Palomo, de seis cada uno, acapararon la atención del público. Pero para don Víctor enyugarlos y llevarlos a la escuela José Martí, en el centro de San Isidro, fue una forma de reclamo.
“Yo desde que tenía cinco años andaba en la carreta con mi papá y ya con 12 años yo manejaba los bueyes perfectamente. Lo de llevar los bueyes hoy fue en parte para recordar la tradición, pero también como una petición al Gobierno que quede, que nos dé apoyo porque hoy en día hay gente que si no tiene una yunta de bueyes no tiene salario, como los areneros del río Tempisque o los madereros en Hojancha y Santa Cruz”, reclamó el oriundo de Guanacaste.
En el recorrido de kilómetro y medio entre su casa y el centro de votación, constantemente lo detienen para tomarse una fotografía con los impotentes animales. “Todo mundo quiere tomarse fotos y los quiere tocar. Usted puede salir en un carro nuevo y nadie lo para para tomarse una foto, pero si sale con bueyes, en todo lado lo paran. Es muy bonito porque estos bueyes se dejan montar”, dijo orgulloso el agricultor.
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Sánchez aseguró que en San Isidro de Heredia hay 55 yuntas de bueyes, y la mayoría de ellos siguen siendo utilizados en labores de campo. En su caso, los enyuga una vez a la semana para trabajar en su empresa de mantenimiento de zonas verdes, especialmente en zonas donde los carros no entran.
“Cuando ellos están en el potrero, yo los llamo y ellos se vienen de una vez, entienden perfectamente. Están acostumbrados a la gente. Usted les abre el portón, entran solos y cada uno va para su cuadra, nunca se equivocan. Son hermanos de padre, por eso se parecen mucho”, concluyó don Víctor.