Para Iván Duque Márquez, presidente de Colombia, los más de seis millones de venezolanos que han huido de la crisis social, política, económica y de derechos humanos de su país son evidencia suficiente de que América Latina es el escenario de la mayor crisis migratoria que experimenta el mundo.
El mandatario afirma que las naciones de la región han hecho su mayor esfuerzo para atender a los desplazados, pero también asegura que hace falta más apoyo de las naciones ricas.
Para el gobernante, es hora de que los países con más capacidad económica dejen de quedarse en “grandes anuncios” y desembolsen los recursos que han comprometido para atender la crisis, la cual también afecta a miles de nicaragüenses que viven en el exilio a causa de las carencias y la violencia en su país.
En entrevista con La Nación, el presidente colombiano advirtió de que las presiones migratorias persistirán mientras prevalezcan los regímenes autoritarios de Nicolás Maduro en Venezuela y de Daniel Ortega en Nicaragua; los cuales, en su opinión, deben ser castigados con el aislamiento comercial y la aplicación de la Carta Democrática Interamericana.
-Usted hace referencia a las crisis que enfrentan Nicaragua y Venezuela; ambas poblaciones sufren desde hace muchos años. Colombia y Costa Rica comparten la experiencia de ser vecinos de estas naciones en crisis. ¿Qué más podrían hacer ambos países y los organismos multilaterales para ayudar a impulsar soluciones?
-Lo primero es la defensa irrestricta de la Carta Democrática Interamericana. La región no puede ser indiferente a estos fenómenos dictatoriales y por mucho tiempo lo fue con Chavez y con Maduro. Y ese silencio cómplice que mantuvieron muchos gobiernos hizo un gran daño. Por eso hay que denunciar y levantar nuestra voz contra esos fenómenos.
“Y por otro lado, también es muy importante aislar a esos dictadores o a esos autócratas, porque ellos pretenden muchas veces creer que, porque generan algún tipo de inversión o algún tipo de acercamiento con el sector privado, eso les da patente de corso y no es así. Yo creo que el reto nuestro es seguir defiendiendo la democracia, la Carta Democrática Interamericana, denunciar esos comportamientos y denunciar esas autocracias”.
-¿Esto se puede traducir en algunas medidas tangibles, adicionales a lo que se ha hecho ya?
-Sin lugar a dudas, yo creo que a esas dictaduras hay que enfrentarlas con el aislamiento comercial, con las sanciones, pero también dándole cabida a que haya una presión ciudadana dentro de esos lugares, para que esas dictocracias lleguen a su final.
-¿Este fue parte de los temas que usted tuvo oportunidad de discutir con el nuevo presidente Rodrigo Chaves?
-No. Nosotros centramos nuestra agenda en temas bilaterales, el tema de seguridad, en el cual Colombia seguirá apoyando a Costa Rica en lo que se requiera, lucha contra el narcotráfico, interdicción, respaldo en inteligencia y contrainteligencia. Dos, nosotros estamos trabajando una agenda ambiental y de transición energética entre ambos países, que hay que fortalecerla; tres, queremos más comercio, más turismo entre los dos países.
“Y cuarto, nosotros esperamos que podamos hacer pronto una reunión ya oficial bilateral, para que en todas estas áreas definamos una hoja de ruta y sin lugar a dudas, yo creo que también hemos hablado de las situaciones migratorias en toda la región.
“Esperamos que el mundo sea más consciente de que hay que movilizar más recursos de la comunidad donante para enfrentar ese fenómeno. Nos ha tocado a muchos países de América Latina asumir gran parte de ese costo, lo hemos hecho por convicción, pero necesitamos que la comunidad internacional también apoye”.
-A propósito de ese tema, ¿cuál es su opinión sobre la Alianza para el Desarrollo en Democracia que suscribieron recientemente Costa Rica, Panamá y República Dominicana? Como parte de estas negociaciones, se contempla la posible creación de un fondo para atender las migraciones.
-A mí me parece que son importantes esos encuentros, esas alianzas. Hoy América Latina es el epicentro de la crisis migratoria tal vez más severa que vive el mundo, lo que ha detonado la dictadura de Maduro ha sido tremendo.
“Nosotros tenemos 1,8 millones de migrantes; le hemos dado estatus de protección temporal a ese número de personas, ya hemos entregado casi un millón de tarjetas del servicio de protección temporal, y tenemos que seguir viendo este fenómeno como un fenómeno de largo plazo, tener un fondo y tener capacidad de articulación de políticas es más que necesario.
“Pero al final del día lo que se requiere es que los países de más capacidad económica no solamente se queden con grandes anuncios, sino que finalmente desembolsen los recursos que han comprometido”.
-¿Usted cree que esto pueda ocurrir en el mediano plazo?
-Yo creo que sí, porque es un fenómeno inevitable. Y es un fenómeno que nos está golpeando estruendosamente. La demostración tan clara es que hoy hay más de seis millones de venezolanos que están fuera de su país, y muchos de ellos en América Latina en condiciones de vulnerabilidad.
“Colombia ha logrado manejar esta situación, ha aportado económica y fiscalmente; ha logrado sacar una política del estatuto de protección que es un gesto de paz, pero estos fenómenos en la medida que estas dictocracias se mantengan, o esas dictaduras se mantengan, solamente va a crecer, entonces se requiere que la comunidad internacional piense en mecanismos financieros, yo creo que un fondo es necesario, pero sobre todo necesitamos ponerle fin a la causa de todo este problema, que son las dictaduras”.
-¿Cree que con los recursos disponibles en los meses que le quedan, su sucesor, el presidente Chaves de Costa Rica, podría hacerse algo más, podría mejorar en alguna medida, o definitivamente se necesitan esos recursos nuevos?
-Se ha mejorado mucho, pero yo creo que la Cumbre de las Américas que tendrá lugar en junio será también un escenario para plantear esas políticas y que se haga la mejor coordinación posible.
-Presidente, hablando sobre crimen organizado. El exministro de Seguridad Michael Soto refería hace unos meses que las autoridades costarricenses cada vez decomisan más droga proveniente del sur, y decía que es bueno que se esté detectando, pero a la vez es malo que esté ingresando más. ¿Cómo entender esta situación?
-Hay una realidad, los países estamos haciendo mucho para controlar la oferta. Colombia se gasta muchísimos recursos fiscales, fuerza pública, campañas de erradicación, campañas de sustitución..., hemos logrado parar el crecimiento exponencial de cultivos ilícitos, hemos logrado reducir el área sembrada, hemos logrado realizar las mayores incautaciones de la historia, hemos logrado destruir más de 4.000 o 5.000 laboratorios por año de procesamiento de alcaloides, pero si nosotros no vemos que se hace algo desde la demanda, pues sencillamente esto se va a convertir en un dolor de cabeza para nosotros.
“Nosotros estamos tratando de enfrentar la oferta, pero yo también creo que los países que más consumo están generando, sobre todo de cocaína, pues yo no los veo haciendo mucho en campañas para prevenir el consumo. Ciertamente han dado apoyo económico, militar, policial, para enfrentar los carteles, pero también creo que se requiere algo mucho más robusto, más grande, más ambicioso para ponerle fin a todos los aspectos de consumo en los países donde el consumo detona la oferta del mundo en desarrollo”.
-Por último, a propósito de la reunión que tuvo recientemente con el presidente Biden en Estados Unidos, en la que hablaron sobre la guerra en Ucrania. ¿Cómo se está evidenciando esta crisis en Latinoamérica? ¿Considera que debemos tomar medidas como región para protegernos?
-Lo que está ocurriendo en Ucrania es un genocidio, y hay que levantar nuestra voz ante eso. Dos, está generando una crisis en el abastecimiento de ciertas materias primas y, por lo tanto, se está traduciendo en inflación, y fuera de eso está generando incertidumbre que se siente en los mercados. Entonces, ¿cuál es nuestra responsabilidad, y la responsabilidad de los países latinoamericanos?
“Cuestionar, sancionar y también entender que estos cambios en el orden mundial nos obligan a nosotros a fortalecer nuestra soberanía energética, nuestra soberanía alimentaria y nuestra capacidad también de producir materias primas para mantener efectivo el funcionamiento del aparato productivo”.
-Adicionalmente a esto, ¿debería preocuparle a la región que la parte bélica, armamentística le afecte directamente?
-Al mundo entero, no solo a nosotros. La inflación que está viviendo el mundo no es sana, y también la forma en la que se está tratando de prevenir el fenómeno no es sano, porque también estamos viendo por ejemplo aumento de tasas en los países más desarrollados, esos aumentos de tasas traen depreciación del tipo de cambio, la depreciación del tipo de cambio trae más inflación, esa inflación afecta a los más vulnerables y esa afectación a los más vulnerables es normalmente capitalizada por el populismo.
“Entonces, nos toca llevar una discusión quizás de mayor coordinación para que ante un fenómeno inflacionario mundial, que no es de circunstancias endógenas sino que es más del 80% por circunstancias exógenas, entonces el nivel de coordinación entre los países debe ser efectivo y debe ser inmediato”.