Así describe el tesorero del gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC), Anthony Cascante, la “muy grave” situación financiera que afronta la agrupación, un año y cuatro meses después de que arrasó en las urnas, durante la segunda ronda en abril del 2014.
¿Cómo recibió las finanzas?
Había mucho desorden; me parece increíble que las transferencias no eran mancomunadas. Una sola persona manejó los ¢4.000 millones de la campaña. Se me paró la peluca cuando vi eso. Además, tuvimos que hacer recibos nuevos de donaciones porque se perdieron. No había contador.
¿El dinero pudo haber pasado por todo lado?
Yo me imagino qué pasó, como decía Abel Pacheco (expresidente 2002-2006): si camina como pato, nada como pato y hace cuac cuac, es un pato.
¿Se utilizó dinero de manera indebida?
No tengo evidencia de eso. Si tuviera la prueba, pongo la denuncia. Lo que sí creo es que se han cometido errores por impericia.
¿Cómo está la situación financiera en este momento?
Muy grave. En este momento, estamos con problemas para pagar la planilla, así de grave. Estamos acudiendo a algunos partidarios para que nos presten dinero para poder cubrir los gastos, porque, en este momento, el Partido no tiene recursos.
¿Por qué no negocian otro fideicomiso?
Hasta que se resuelva el tema de la elección presidencial, que todavía no sabemos cuál va a ser el endeudamiento, los bancos no quieren hablar mucho del tema.
-¿Cómo está el PAC de cara a a las elecciones municipales?
Básicamente, los recursos del Partido son para hacer frente a los gastos de organización normales de la sede central. No hay recursos para hacer frente a una campaña; estamos valorando volver a hacer un fideicomiso para financiar la campaña. Esperamos sacar una buena cantidad de votos de esa elección y que el TSE nos reconozca un monto por deuda política.