El apoyo de los costarricenses a la democracia, durante la pandemia del nuevo coronavirus, alcanzó su punto más alto desde 1987.
El índice de apoyo al sistema político llegó a 76 puntos, en una escala del 0 al 100.
Así lo expuso la más reciente encuesta del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
En el estudio anterior, realizado en octubre del 2019, la democracia recibió un respaldo de 58 puntos, una calificación similar al promedio de los últimos 20 años, pero menor a los niveles previos a 1999.
“Si bien el shock del coronavirus no encontró a la reserva de legitimidad del sistema en sus niveles más altos, la evidencia empírica demuestra que el coronavirus se convirtió en un disparador, al movilizar a dicha reserva en la dirección de fortalecer la creencia ciudadana en la democracia”, señala el análisis del CIEP.
La investigación explica que, “en otras palabras, los ciudadanos y ciudadanas cerraron filas con la democracia para batallar contra la pandemia”.
Asimismo, la encuesta demostró que no hubo diferencias en los niveles de apoyo entre diferentes sectores de la población, lo que demuestra que el incremento no fue provocado solo por algunos grupos sociales.
Según el CIEP, antes de la encuesta el panorama no era alentador, pues se creía más probable una respuesta negativa de las personas a las restricciones de libertades y derechos que se debieron imponer por la crisis sanitaria.
Además, en las últimas dos décadas, el apoyo a la democracia en el país venía a la baja. No obstante, el estudio apunta que Costa Rica tiene el nivel más alto de apoyo a la democracia de todos los países estudiados en la encuesta Barómetro de las Américas.
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El estudio añade que los costarricenses también cerraron filas en pos de la democracia durante la crisis económica de los 80 y los conflictos militares de la región.
“La tendencia de reducción mencionada (de los últimos 20 años) contrasta con los veinte años transcurridos entre 1978 y 1998, en los que el país reportó niveles más altos de adhesión a la democracia. En aquel entonces, el país experimentó una severa crisis económica y estaba siendo impactado por los conflictos político-militares de Centroamérica”, dice el informe.
FUENTE: Encuesta CIEP-UCR || C.F. / LA NACIÓN.
La encuesta se alimentó de 1.042 entrevistas telefónicas a personas mayores de edad, realizadas entre el 13 y 22 de abril. El CIEP estima un margen de error de tres puntos porcentuales, hacia arriba y hacia abajo.
En el apartado sobre democracia, a cada persona encuestada se le hicieron cinco preguntas sobre su percepción de los Tribunales de Justicia, su nivel de respeto por la instituciones, hasta qué punto cree que los derechos básicos están protegidos por el sistema político, cuán orgulloso se siente de vivir bajo este sistema, y hasta qué punto piensa que deba ser apoyado.
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Imagen de instituciones también mejora
Junto al apoyo a la democracia, la percepción de las instituciones públicas también aumentó desde la última encuesta.
Las mejores calificadas por los entrevistados fueron las entidades encargadas de manejar la pandemia.
El primer puesto fue para el Ministerio de Salud, institución que no se suele evaluar en encuestas, pero recientemente ha ganado presencia mediática al estar al frente de la emergencia, desde que el 6 de marzo se confirmara el primer contagio del nuevo coronavirus en el país.
En una escala del 1 al 10, recibió una calificación de 8,9.
Entre las mejores valoradas también están la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), con 8,6; la Universidad de Costa Rica (UCR), con 8,6; y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que pasó de 6,3 en noviembre, a 8,5 en este informe.
El CIEP afirma que estos datos revierten los resultados del último análisis del año anterior, los cuales “daban síntomas de una crisis de legitimidad”.
“Los datos permiten observar que ha habido un repunte en la confianza a las instituciones públicas por parte de la ciudadanía, que posiblemente esté permeado por la gestión de la crisis por el coronavirus, ya que las medidas sanitarias tomadas por el andamiaje institucional, frente a la pandemia, han servido como reforzador de actitudes y apoyo a la democracia”, apunta el estudio.
Asimismo, aumentó la percepción de que Costa Rica es un país libre y democrático, pacífico, y protector de la naturaleza.
Estos conceptos, según el estudio, ayudan a entender la identidad política nacional.
“Sin importar cuán cerca o lejos estén de la realidad, su asunción ha tenido y sigue teniendo consecuencias significativas en el imaginario costarricense”, dice el informe.