Llega una notificación. Es un audio de 10 minutos, aproximadamente. Una mujer con un tono de voz exaltado habla, se dirige primero a una persona y luego a todos.
Habla como si todo lo que estuviera diciendo fueran verdades, como si no hubiera ni una sola afirmación discutible. Como si todo estuviera científica o legalmente comprobado.
Y dice que Carlos Alvarado no es presidente de Costa Rica por “no haberse juramentado ante la bandera” y que no es él quien gobierna, sino las “mafias extranjeras”.
También dice que Alvarado “es demoniaco" y que “le rinde culto a Satanás”. Asegura, casi jura, que tiene dos años de participar en huelgas y que ha sido golpeada, gaseada, pateada “y todo lo demás” por policías que, según ella, no son costarricenses, sino extranjeros.
Tira acusaciones arriesgadas contra el Tribunal Supremo de Elecciones, habla de fraude, y tilda a este gobierno de “dictadura”, como muchos otros de los huelguistas, adultos o menores de edad.
Incluso, asegura que en Casa Presidencial y en la Asamblea Legislativa “hay paramilitares”, pero a la vez advierte de que no quiere ser “alarmista, ni fatalista”.
Sigue su diatriba cada vez más exaltada y dice que hay una “constituyente que ya está preparada” y que no hay otra forma de quitar a un presidente como Carlos Alvarado si no es la de “levantarnos en armas”.
La Nación accedió a cinco de esos grupos de comunicaciones y registró, durante una semana, el flujo de información falsa que se difundía sin ningún tipo de verificación.
Audios como esos llegan todos los días, en momentos diferentes, a los diversos chats de manifestantes contra el gobierno, grupos en aplicaciones como WhatsApp y Telegram.
También corren ríos de fotografías, de videos, de noticias falsas y de llamamientos a que los costarricenses tomen las armas.
Incluso, se desarrollan todo tipo de teorías de la conspiración, que intentan vincular, por ejemplo, a Alvarado con Daniel Ortega, o equiparar a la nueva ministra de Educación, Guiselle Cruz, con Nicolás Maduro.
Las “noticias”, publicaciones, audios o afirmaciones del tipo “me dijeron”, “me contaron”, “leí en algún lado” solo sirven para enardecer a los participantes de grupos como “Unión Nacional”, “Huelguistas CR”, “Costa Rica TV” o “Partido Libertad”.
Algunos han llegado a tener hasta 200 miembros, otros no pasan de las seis decenas de participantes. Varios de sus miembros están en todos los chats, algunos administran varios de ellos.
Allí se han compartido noticias falsas como la de un supuesto hermano del presidente Carlos Alvarado que, solo con un título de bachiller, ganaba casi el salario del mandatario, o sea, ¢4 millones.
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También se ponen en circulación, sin ningún nivel de duda, noticias viejas de periódicos desaparecidos, como un artículo de Carlos Hernández firmado en el 2011 y publicado en el extinto diario Al Día, que hablaba de la falta de un puente en Boca San Carlos que obligaba a los estudiantes a cruzar el río en lancha para ir a clases.
La tónica también implica ataques por todo y contra todos, incluso equiparando partidos como la Unidad Social Cristiana, Liberación Nacional, Acción Ciudadana y el Frente Amplio como la misma cosa.
Aunque muchos de los usuarios, tal vez los más incautos y los más convencidos de la causa, usan nombres que a primera vista parecen los reales, hay muchos usuarios que se esconden en el anonimato, usando dibujos en vez de fotos y nombres de personajes ficticios.
Entre los temas más preferidos para el ataque están el convenio firmado entre Costa Rica y Cuba, los programas de afectividad y sexualidad del Ministerio de Educación, los baños individuales en centros educativos e, incluso, el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Recuento de falsedades
1. El miércoles 10 de julio, un usuario compartió un texto donde se aseguraba que un tribunal europeo había anulado el matrimonio igualitario en todo el planeta.
2. Varios usuarios compartieron la imagen de un youtuber mexicano donde se aseguraba que era el hermano de Carlos Alvarado, asesor presidencial con un salario millonario.
3. Numerosas teorías conspirativas donde aseguraban que había acuerdos regionales, o entre gobiernos latinoamericanos, con Cuba.
4. Equiparación de la ministra de Educación, Guiselle Cruz, con Nicolás Maduro. En varios textos se le achacaba a ella la “culpa” de impulsar las guías sexuales, los baños individuales y la educación dual.
5. Un usuario compartió un comentario donde aseguraba que los programas de afectividad y sexualidad promueven la “fornicación, el sexo grupal y la anorexia sexual”. A la vez, recomendaba estudiar esos textos con sacerdotes o pastores evangélicos.
6. El 2 de julio, una usuaria reenvió una foto de un joven con la cara ensangrentada y con los ojos cerrados. Tanto ella como los que vieron esa imagen dieron por un hecho que había sido golpeado por la policía, que era verídica y que, incluso, podría estar muerto.
7. Varios de los participantes de los chats aseguraron, en diferentes grupos y en Facebook, que es posible impulsar un proceso de referéndum para sacar del poder a Carlos Alvarado, cosa que ya el TSE ha desmentido. Sin embargo, ellos insisten y comparten formularios con los pasos por seguir.
8. Ante una marcha convocada por simpatizantes de la administración de Carlos Alvarado, aseguraron que el objetivo de esa actividad era exigir el regreso de Edgar Mora como ministro de Educación.
9. Circularon algunos videos del taller AutoPits, con una temática similar al programa español La Casa de Papel, sobre una supuesta conspiración o rebelión por venir. La publicidad, que se refería a ofertas en el precio de las llantas fue tomada como una eventual promesa de una revolución.
10. En estos chats también se dio por cierta la información sobre un supuesto camionero asesinado por algún simpatizante del gobierno, durante manifestaciones en Limón. Esa información también fue desmentida.
11. El lunes 8 de julio se difundió una información sobre un supuesto tiroteo al vehículo en que viajaba Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP). De inmediato, alguien con acceso a Vargas indicó que había hablado con el sindicalista y negó dichos datos.
Convencidos de una conspiración
Aunque muchas de esas noticias fueron desmentidas por los medios de comunicación y por las autoridades respectivas, la constante entre los integrantes de los grupos ha sido la de descalificar los artículos donde se revelan noticias falsas, en particular si se publican en La Nación.
El tono común de las opiniones es que los medios son aliados de Carlos Alvarado y del PAC, así como de los otros partidos políticos y de los empresarios.
Además, aseguran que las “noticias” que ellos dan por ciertas, como la del supuesto hermano de Alvarado y la del trailero asesinado, son acalladas como parte de una supuesta estrategia.
En todo caso, los huelguistas insisten en atribuirle más veracidad a una supuesta publicación que establece las condiciones del referéndum, que a los medios de comunicación profesionales.
Muchos de los miembros de los grupos se presentan como menores de edad, otros alegan ser expolicías, empleados del sector privado y también funcionarios públicos.
Llamado a las armas y a aprender de la Guerra del 48
Aunque muchas son opiniones y ataques sin sentido contra las autoridades gubernamentales, no falta el tono militarista y los llamados a acciones armadas en contra del Gobierno.
Un joven, que asegura tener 17 años, y que administra uno de los grupos consultó a los demás usuarios si tenían familiares que hubieran participado en la Guerra Civil de 1948.
Su intención, dijo, era conocer de las estrategias que usó el Ejército de Liberación Nacional de José Figueres Ferrer para ganar ese conflicto armado.
Varios de los llamados a las armas surgen de audios anónimos o de personas cuyo tono de voz es impostado.
Una usuaria, incluso, dijo que en Costa Rica se necesita un “movimiento civil” o un presidente como Nayib Bukele, recién investido presidente de El Salvador.
Además, otro hombre, de edad madura, aseguró que si le tocaban a alguno de sus hijos, él iría a la Casa Presidencial a hacer una “descarga de C4 (tipo de explosivo)”.
“Yo también soy agresivo aunque sea un simple colegial”, afirmó un joven, administrador de varios chats, quien fue el que pidió información a los mayores sobre la Guerra del 48.
El 8 de julio, el chat de Huelguistas CR, elevó el tono, con varios miembros usando una retórica armamentista y sugiriendo que la vía de las armas es la única para “quitar a Carlos Alvarado”.