Diputados de cuatro partidos políticos acordaron presentar, este martes, un proyecto de ley cuyo fin es regular el teletrabajo en los sectores público y privado.
La iniciativa legal plantea, en ocho artículos, las normas generales para que se habilite esta modalidad laboral, entre ellas, que el empleador le asegure a su trabajador las condiciones necesarias para cumplir a cabalidad con sus labores.
Equipo y energía
En particular, en el artículo 7 de la propuesta se establece que los empleadores están obligados a proveer y garantizar el mantenimiento de los equipos que los teletrabajadores utilicen para sus labores, como conexiones, programas y el valor de la energía empleada, así como los desplazamientos necesarios.
El valor de la energía empleada para cumplir con las funciones a distancia será acordado entre empleador y empleado.
“Cuando la persona no reciba las herramientas necesarias para que realice sus labores o los programas para desempeñar su función, o si estos no son reparados a pesar de haberlo advertido la persona teletrabajadora, el empleador no podrá dejar de reconocerle el salario al cual tiene derecho”, dice la iniciativa presentada.
La única forma de variar lo establecido en ese artículo del proyecto es, según lo dice el propio texto, a través del contrato de teletrabajo firmado entre patrono y trabajador.
Horario
También, el proyecto de ley dice que, si bien puede haber flexibilidad en los horarios del teletrabajador, esta debe ser acordada o informada al empleador.
Condiciones laborales y salariales
Acudir a ese modo de trabajo no puede modificar, bajo ningún motivo, las condiciones salariales y de acceso a la información de los empleados que accedan voluntariamente a este tipo de empleo.
Ubicación
En el proyecto se establece que el teletrabajo se realiza en una ubicación distinta a la sede central de la empresa o institución, pero no fija que obligatoriamente sea determinado sitio.
Eso sí, establece la propuesta que el espacio donde se realice debe contar con las condiciones adecuadas para realizar las labores por medio de equipos que funcionen adecuadamente.
La única modificación de las condiciones laborales que establece el proyecto de ley, acogido con el número de expediente 21.141, es la del espacio en que se realizan las obligaciones laborales del empleado.
“El teletrabajo modificará única y exclusivamente la organización y la forma en que se efectúa el trabajo, sin afectar las condiciones de la relación laboral de la persona teletrabajadora, quien mantiene los mismos derechos, beneficios y obligaciones de aquellos que desarrollen sus funciones en las instalaciones físicas de su empleador, de conformidad con la normativa aplicable a cada relación establecida entre ellos”, dice el artículo 5 del proyecto.
Los impulsores
El proyecto lo impulsan los partidos Liberación Nacional (PLN), Acción Ciudadana (PAC), Unidad Social Cristiana (PUSC), Restauración Nacional (PRN) y el bloque independiente Nueva República.
El presidente de la Comisión de Asuntos Económicos, el socialcristiano Pablo Abarca, destacó que todas las fracciones que integran ese foro participaron en la construcción de la iniciativa legal. Agregó que se tomaron en cuenta partidos, sectores y Gobierno.
“El trabajo ha sido bastante arduo, doy mi agradecimiento y destaco que esta presentación no es personal, sino como conjunto, como comisión”, dijo Abarca.
Por tratarse de un proyecto con el mínimo de artículos requeridos, básicamente lo que hace es regular la modalidad laboral y básicamente establecer el ámbito de aplicación y el acceso voluntario.
En otras palabras, hacer teletrabajo es una decisión voluntaria, tanto para el empleador como para el trabajador. Además, dicha modalidad debe apegarse totalmente al Código de Trabajo y los instrumentos jurídicos que protegen los derechos humanos.
El ministro de Trabajo, Steven Núñez, explicó que la aprobación de la regulación del teletrabajo asegura un marco jurídico, de mayor certeza y seguridad para estas personas y empresas.
Del archivo:
“El principal mensaje de este proyecto es el agradecimiento del trabajo de los diputados de la Comisión de Económicos, porque este tema es de mucho interés, las personas quieren hacer teletrabajo y uno de los grandes obstáculos era la normativa y la parte jurídica”, dijo el ministro.
La liberacionista Karine Niño agregó que uno de los objetivos es emular las buenas prácticas del sector privado en cuanto a eficiencia y efectividad. Comentó que la iniciativa también cuenta con el apoyo de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (Uccaep) y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
“Este tipo de iniciativas de reactivación económica son indispensables para el crecimiento y desarrollo de nuestro país. Se toman iniciativas que venían del periodo anterior, de diputados como Antonio Álvarez Desanti, entre otros”, indicó.
Por su parte, Paola Vega, de la fracción de Acción Ciudadana (PAC), manifestó que Costa Rica no se puede quedar atrás en las nuevas modalidades de trabajo y economía.
Añadió que la propuesta no solo tiene efectos positivos en la economía, con la optimización de los procesos laborales, sino que también tendrá efectos importantes en la descarbonización de la economía, por la menor cantidad de vehículos en la calle.
De hecho, el ministro de Trabajo adujo que, en promedio, el proyecto permitiría que por día circulen hasta 24.000 vehículos menos en el país.
La oficialista agregó que esta modalidad laboral también dará oportunidad a que las mujeres que no logran tener empleos por funciones de cuido de sus hijos, tengan la oportunidad de trabajar en sus hogares y poder asumir las dos tareas.
Vega adujo que este tipo de proyectos de ley tienen que ser la constante en el Congreso y no propuestas excepcionales.
Aunque el horario podrá ser flexible, la jornada debe ser la misma que ha tenido el empleado o funcionario, en cuanto a la cantidad de horas que se debe estar disponible para el trabajo.
Antes de que se establezca un contrato de teletrabajo o una adenda al contrato original, empleador y teletrabajador definirán los criterios de medición, evaluación y control de la persona teletrabajadora, equivalentes a las que se aplican en el centro de trabajo.
Según datos de la encuesta de la Uccaep sobre teletrabajo, solo el 21% de las empresas aplicó teletrabajo durante el 2017, mientras que solo un 5% de las empresas tenían entre el 30% y el 50% de su personal en esta modalidad.
De esa misma encuesta se determinó que las mayores ventajas del teletrabajo son una mayor productividad y satisfacción de parte de los trabajadores, así como eficiencia en las tareas y el ahorro de recursos.
Según la Uccaep, por cada empleado en teletrabajo, una empresa se ahorra ¢270.000, además de que la persona se ahorra ¢120.000 en vestimenta, ¢264.000 en transporte y ¢151.000 en alimentación.
Otros beneficios que plantean los empresarios son ¢93 millones menos en combustible y se dejarían de emitir 1.900 toneladas de dióxido de carbono, por año.