Diputados de varias fracciones políticas de la Asamblea Legislativa afirmaron que el atraso del Gobierno en presentar el presupuesto extraordinario para utilizar los $500 millones aprobados para que se utilicen en la atención de la emergencia frena el avance del Congreso.
Aunque las autoridades gubernamentales habían prometido poner ese plan de gastos extraordinario en manos de los diputados a inicios de la semana pasada, ya han pospuesto dos veces la llegada de la propuesta y, el jueves, fijaron la fecha de entrega para el miércoles de Semana Santa.
El viernes, de hecho, los congresistas allanaron el camino para realizar un trámite ultrarrápido del presupuesto extraordinario cuando llegue al Congreso, luego de hacer una reforma al Reglamento legislativo para acortar los plazos de trámite.
Sin embargo, a varios legisladores no les parece prudente avanzar en otras iniciativas solicitadas por el Gobierno, sobre todo las que impliquen un aumento del financiamiento del fondo para la emergencia, porque exigen conocer la forma en que se van a gastar esos dineros.
Entre esas nuevas fuentes de financiamiento están un giro de ¢75.000 millones provenientes del Instituto Nacional de Seguros (INS), el proyecto de ley Pagar (que autoriza el traslado de los superávits de varias instituciones a las arcas del Gobierno) y el plan para financiar los subsidios a familias afectadas económicamente por el covid-19, manteniendo el precio de los combustibles.
“No queremos procesar esos proyectos hasta que no tengamos el presupuesto. Ya dimos un voto de confianza aprobando el crédito de la CAF ($500 millones del Banco de Desarrollo de América Latina). El compromiso del ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, fue que lo iba a entregar el lunes pasado, no el miércoles de Semana Santa”, dijo la independiente Zoila Volio.
Molestia
La legisladora añadió que su principal molestia está en que, en las redes sociales, la gente diga que es la Asamblea la que está atrasando los subsidios para los afectados por la emergencia nacional.
“Aquí los únicos que atrasan son el Ejecutivo y Hacienda, que no mandaron cuando se comprometieron. Nos tienen a los diputados en stand by para empezar a tramitarlo, que no digan que somos nosotros los que estamos atrasando”, dijo Volio.
Gustavo Viales, del Partido Liberación Nacional (PLN), alegó que ya el Congreso se puso a tono, incluso para gestionar el presupuesto de una forma acelerada, “pero después de varios días no hemos recibido el plan de gastos extraordinario”.
“Esto ha frenado la labor de la Asamblea, que también habilitó a sesionar en Semana Santa, pero no va a poder conocer en estos días ese presupuesto, a pesar de la agilidad con que los diputados han tomado esto y con el nivel de responsabilidad", manifestó el liberacionista.
Viales apuntó que los atrasos del Ejecutivo no solo repercuten en la labor parlamentaria, sino también que a la gente le lleguen las ayudas.
En la visión de la fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), el diputado Pablo Abarca manifestó que no se puede seguir aprobando en automático en el plenario legislativo, “sin verificar cómo se está haciendo el gasto”.
“Esperamos que se tramite el presupuesto extraordinario de los primeros $500 millones y, a partir de ahí, tener la referencia de cómo va a ser la mecánica y continuar con los recursos que sean adicionales”, añadió Abarca.
El atraso en el Gobierno generó bastante molestia en el plenario el viernes, sobre todo porque criticaron declaraciones de la jerarca de Planificación y el de Desarrollo Social y Bienestar Humano, que ponían la carga del atraso en la entrega de subsidios en los diputados.
Legisladores de casi todas las bancadas reclamaron, entonces, que no se pueda aprovechar las sesiones de Semana Santa para ese avance.
El jefe de Restauración Nacional (PRN), Eduardo Cruickshank, confirmó que ha escuchado el descontento de grupos de diputados que no pueden continuar aprobando proyectos “sin que haya una ruta clara en cuanto a la metodología y la forma de gastar los recursos ya aprobados”.