Un proyecto de ley extendería hasta el 2034 las exoneraciones de impuestos para promover la compra de vehículos eléctricos nuevos en Costa Rica. El plan recibió suficiente apoyo político para avanzar hacia el plenario de la Asamblea Legislativa.
La idea es darle continuidad a los beneficios implementados en el 2019 con la Ley de Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico, los cuales se extinguirán en el 2023. A la fecha, circulan en el país 4.200 automotores eléctricos, entre carros, motos, buses y montacargas, cifra que está muy lejos de la meta de 37.000 unidades planteada para cuando expire la legislación actual.
La propuesta impulsada por los diputados Roberto Thompson y Paola Valladares, de Liberación Nacional (PLN), no solo alargaría los incentivos actuales por diez años más, del 2024 al 2034, sino que cambiaría las exoneraciones de los impuestos IVA, propiedad de vehículos, selectivo de consumo y valor aduanero.
Asimismo, el proyecto elimina el tope que hoy impide otorgar incentivos fiscales a la importación de vehículos particulares valorados en más de $60.000, como los buses o busetas para turismo, así como camiones para transporte de carga. Los propietarios de esos bienes actualmente solo reciben un descuento en el pago del derecho de circulación.
El proyecto de Ley de Incentivos al Transporte Verde fue dictaminado en la Comisión Especial de Infraestructura de la Asamblea Legislativa. La propuesta está lista para votarse en primer debate cuando entre en el orden del día en el plenario legislativo.
La diputada Valladares argumentó que el plan es necesario porque los resultados de los incentivos actuales no son alentadores, de cara al objetivo de masificar los vehículos eléctricos para reducir el consumo de petróleo, “como medida complementaria a ese transporte integrado que debería tener como país”.
El parque automotor es la principal fuente de emisiones contaminantes de Costa Rica, por lo que su transformación es el principal reto ambiental.
El sistema de transportes del país es el más contaminante de Centroamérica y República Dominicana, según el más reciente informe Estado de la Región. Los vehículos son los responsables de quemar el 84% de los hidrocarburos, lo que hace casi imposible reducir las emisiones contaminantes mientras persista el modelo actual.
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Descuento en el IVA
La ley actual eximió del 13% de IVA a los autos con un valor CIF (costo, seguro y flete) inferior a los $30.000, a la hora de ser importados. En tanto, otorgó una exoneración del 50% a los valorados entre $30.000 y $45.000.
El proyecto dictaminado establece un descuento gradual del IVA para la importación de carros eléctricos, independientemente del valor, de manera que el impuesto sea de un 1% en el 2022 y crezca un punto porcentual por año hasta alcanzar el 13% en el 2034.
Así, por ejemplo, el importador de un auto eléctrico colocado en puerto, con un valor de $35.000, tendría que pagar $350 de IVA en el 2022, en vez de los $2.275 que paga con la ley actual o de los $4.550 que tendría que desembolsar si no existiese ninguna exoneración.
Además, estas mismas tarifas diferenciadas también se aplicarían a las compras de repuestos relacionados con el funcionamiento del motor, baterías y dispensadores de recarga de los autos eléctricos.
Descuento en marchamo
En cuanto al impuesto sobre la propiedad, que se paga en el marchamo, el proyecto renovaría los descuentos establecidos en la ley actual.
Hoy, quien compre un auto eléctrico nuevo no paga impuesto a la propiedad en el primer año, mientras que en los cuatro años siguientes se le descuenta un 80%, 60%, 40% y 20%, respectivamente, hasta que en el sexto año debe pagar con normalidad.
La medida sería postergada con la reforma. Sin embargo, el articulado del proyecto deja un vacío en explicar qué pasaría con los que compraron un auto al amparo de la primera ley y que el periodo de su beneficio se puede intercalar con la nueva, en caso de que sea aprobada. La legisladora Valladares afirmó que evalúan un transitorio para evitar confusiones.
Selectivo de consumo
El proyecto de ley también eximiría la importación de vehículos eléctricos del impuesto selectivo de consumo durante tres años. Luego, en el 2025, la tarifa empezaría a crecer gradualmente. A partir de ese año, Hacienda cobraría un 7,5%. En el 2028, la tasa subiría a un 15%; en el 2031 a un 22,5% y, en el 2034, a la tasa ordinaria del 30%.
Con la legislación actual, en cambio, están exentos hasta el 2023 los autos con un valor CIF inferior a $30.000. Para los que van de $30.001 a $45.000 es de 7,5% y la de los de $45.001 a $60.000, 15%. Los que valen más de esto no tienen ningún beneficio.
Impuesto al valor aduanero
Con el impuesto al valor aduanero, también se introduciría un esquema de exoneración gradual que cambiaría cada tres años a partir del 2022, empezando con un impuesto del 0% hasta llegar a un 1% en el 2034. El beneficio se aplicaría para autos de cualquier valor.
La ley vigente exoneró de este tributo, hasta el 2023, a todos los vehículos eléctricos de menos de $60.000.