El Directorio del Banco Centroamericano de Integracción Económica (BCIE) aprobó este viernes un crédito de $200 millones para Costa Rica, como parte del programa regional de apoyo ante el alza internacional en el costo de los combustibles.
Se trata de un financiamiento que, según el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, se utilizará para entregar subsidios a los autobuseros, a fin de evitar que aumenten los pasajes de autobús por el alto costo de los combustibles.
Una vez aprobado por el BCIE, el crédito tendrá que firmarlo el Gobierno de la República. Después, sería enviado a la Asamblea Legislativa para su aprobación, tal como lo ordena la Constitución Política sobre los financiamientos externos.
El martes anterior, Acosta dijo a La Nación que el mecanismo mediante el cual se subsidiarían los pasajes de bus sería el de pagos a los empresarios de bus, en caso de que los precios de los combustibles se vuelvan prohibitivos.
Ese programa del BCIE, por $800 millones, no solo beneficiaría a Costa Rica, sino también a El Salvador, Honduras y Nicaragua, por el fuerte impacto que los precios de los hidrocarburos están generado en la región centroamericana, a causa de la invasión de Rusia a Ucrania.
El presidente del BCIE, Dante Mossi, aseguró que la idea es dar una respuesta inmediata a los problemas que ese alto costo de los combustibles genera en la región.
“Esta operación tendrá un impacto directo en la economía de millones de consumidores, ya que los subsidios mitigarán el impacto del aumento de costos de los combustibles en los productos de consumo, servicios básicos, transporte e insumos, entre otros”, apuntó Mossi.
Pese a la intención del Ejecutivo, los voceros de las fracciones legislativas han manifestado dudas sobre la propuesta de subsidios, pues creen que no serían una forma de ayuda para una mayoría importante de sectores, afectados por los costos de los combustibles.
El subsidio para los autobuseros también tendría que ser analizado por el Congreso, porque así lo exige la regla fiscal para el escenario actual de crisis fiscal, en el que la deuda pública está por encima del 65% del producto interno bruto (PIB).
Los recursos destinados por el BCIE provienen de los fondos que antes había reservado esa entidad para el apoyo presupuestario de los países centroamericanos a causa de la pandemia de covid-19.
Según el programa, el Banco no girará más de $50 millones por mes al país, en un plazo de cuatro meses.