Belice se unió a Nicaragua y Guatemala y también negó el paso por su territorio a los casi 5.000 migrantes cubanos que están varados, desde noviembre, en la frontera norte del país.
“Han decidido que no es posible atender la solicitud costarricense, en virtud de que ellos consideran que debe tratarse únicamente dentro del marco regional, buscando soluciones regionales”, informó el canciller Manuel González.
El plan del Gobierno era sacar a los isleños por avión desde Liberia hasta Belmopán, capital de Belice, para que desde ahí continuaran su recorrido por tierra hasta Estados Unidos, pasando por suelo mexicano.
Según González, el gobierno de Enrique Peña Nieto dijo estar en capacidad de recibir a los migrantes desde un tercer país.
El compromiso asumido por México era de dar una autorización a los cubanos para movilizarse por su territorio durante un plazo de entre 10 y 15 días.
Costa Rica se quedó sin plan alterno, pero no ve la negativa de Belice como definitiva. Insistirá en sacar a los cubanos por ese país o por Guatemala, colindantes con México.
Con esa finalidad, la Cancillería buscará la ayuda de otras naciones y del Sistema de la Integración Centroamericana.
Una ley de 1966 de EE. UU. ordena que cubano que ponga un pie en esa nación, debe ser recibido. Así, con solo llegar a la frontera México-EE. UU. y poner un pie en este último país, debe ser aceptado. A la ley se le llama “pies secos, pies mojados”.
Mientras tanto, el canciller tico hizo un llamado a los cubanos que todavía no han llegado al país, para que no lo hagan, pues podrían ocasionar “una verdadera crisis humanitaria”.
“Tenemos ya 26 albergues y nuestras capacidades son muy limitadas y no vamos a estar en condiciones de atenderlos adecuadamente. La migración debe detenerse por el bienestar de ellos mismos y de los que están ya en Costa Rica”, dijo González.
Desinterés. El jerarca expresó sentirse “desilusionado” y arremetió contra los países del Istmo, Ecuador y Colombia. Alega que han desatendido la situación, a pesar de que es un problema que los afecta a todos.
Ese malestar fue expresado por González y el presidente Luis Guillermo Solís a la secretaria general del SICA, Victoria Velásquez, ayer martes, durante un encuentro en la Casa Presidencial.
En particular, se cuestionó la actitud de Guatemala y Belice.
“Manifestamos nuestra preocupación por la falta de atención por parte de los otros países involucrados. Poco a poco se va convirtiendo en el problema de Costa Rica, cuando es el problema de la región”, declaró González.
En la cita también se criticó la falta de acción del SICA.
“Aquí tenemos una clara situación donde el sistema debe funcionar y no están dando las respuestas adecuadas”, afirmó el titular de Relaciones Exteriores. Agregó que llegó el momento de replantear el objetivo del SICA.
Entre tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su “profunda preocupación” por los migrantes y consideró su situación en “extrema vulnerabilidad”.