Los bonos de deuda política adquiridos por Pilar Cisneros, aspirante a diputada del partido de Rodrigo Chaves, tienen una alta probabilidad de generar una ganancia superior al 40% pagada con recursos públicos.
Cisneros compró certificados del Partido Progreso Social Democrático (PPSD) valorados en ¢13 millones. Un bono de deuda política es una inversión. Las personas los compran inyectando dinero al partido y la retribución del dinero y su eventual ganancia dependen del resultado de las elecciones
En el caso de Cisneros, cuatro factores influyen para que su operación con el partido de Rodrigo Chaves sea de poco riesgo y, por el contrario, con altas opciones de ganancia.
Un descuento no visto en otros partidos
Una manera de obtener ganancias con un bono es el descuento que ofrece el partido. El descuento consiste en que el partido le da el certificado a la persona aunque esta aporte un monto menor a su valor.
Por ejemplo, por un bono de ¢1 millón, una agrupación puede conceder un descuento del 10% y aceptar que la persona lo compre entregando ¢900.000. Así, en caso de que el bono adquiera su valor total, el inversionista se gana ¢100.000.
Cisneros compró sus bonos con un descuento del 40%, algo inusual en las operaciones de los demás partidos. Entre los partidos con mayor intención de voto en esta campaña, el descuento máximo ha sido del 15%.
En otras palabras, la política pagó ¢7,8 millones a su partido por bonos con un potencial de ¢13 millones, lo que generaría una ganancia hasta de ¢5,2 millones dependiendo de los resultados del 6 de febrero.
Un resultado posible
El PPSD hizo una emisión de bonos A por ¢1.500 millones. ¿Qué necesitaría el partido de Chaves para cubrir la totalidad de la emisión de bonos A?
Con solo obtener un 9% de los votos, el partido de Chaves podría cubrir la totalidad de los bonos. Ese porcentaje de sufragios le permitiría acceder a casi ¢1.800 millones de deuda política.
De este monto, el grupo debe reservar un 15% para organización y capacitación, lo que aún le permite cubrir más de ¢1.500 millones en reconocimiento de gastos.
Si eso sucede, la inversión de ¢7,8 millones realizada por la candidata a diputada se traducirá en ¢13 millones.
Las agrupaciones pueden acceder a recursos del Estado cuando reciben, al menos, un 4% de los votos emitidos en las elecciones para diputados y presidentes; o bien, cuando ganen al menos una curul del Congreso.
En este proceso electoral, el TSE dispone de ¢19.800 millones para los partidos.
Bono gana tasa de interés
Además de la ganancia por el descuento, los compradores de bonos también ganan intereses. La legislación establece que los certificados devengan la tasa básica pasiva más un punto, lo que hoy equivale a 4,05%.
Ese interés lo tiene que reconocer el Estado cuando los tenedores de bonos los hacen efectivos, después de que el TSE liquida los gastos de los partidos.
Máxima prioridad de pago
Otro aspecto que le ofrece garantía a los bonos de Pilar Cisneros es que son de clase A, es decir, tendrán máxima prioridad de pago al momento que el partido político acceda a la contribución estatal.
Las agrupaciones pueden emitir varias series de certificados de deuda política por el monto que determinen. De esa manera, a modo de ejemplo, podrían colocar ¢1.000 millones tipo A, ¢500 millones tipo B, y ¢200 millones tipo C.
Cuando el TSE determine a cuántos recursos puede acceder ese partido por deuda política, primero se pagarán los certificados clase A; si aún queda dinero, se pagan los clase B y así sucesivamente.
Por el contrario, si el partido no accedió a fondos suficientes, los bonos no tendrán ninguna validez económica.
De esa manera, los bonos B, C o D son mucho más riesgosos. En cambio, los certificados clase A son mucho más seguros.
Por ejemplo, Rafael Ángel Zamora, dueño de Pedregal, recibió un descuento de 15% al comprar bonos por ¢345 millones a la campaña del candidato Fabricio Alvarado, de Nueva República. Ese descuento es menor, a pesar de que los bonos son de categoría B, por lo que tienen mayor riesgo de pago.
Ronald Chacón, jefe del Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos del TSE, explicó que las agrupaciones tienen libertad para determinar el porcentaje de descuento, “pero el Estado únicamente puede reconocerle al partido político hasta un 15%”.
De esa manera, a la hora de cobrar sus gastos de campaña al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), el PPSD solo podría pedir el reembolso del 15% del descuento, no del 40%.
“Por ejemplo, una persona compra un bono al 50% de descuento. Podría ser que el partido tenga una votación muy favorable y tiene resultados muy positivos en el proceso de liquidación de gastos. En ese caso, si bien el partido no podrá recuperar ese porcentaje de exceso sobre el 15% (de descuento), la persona sí va a obtener la totalidad del valor nominal.
“En este caso, si lo compró por ¢50, puede que le llegue a retribuir ¢100 más los intereses que se devengan a partir del momento de que el TSE dicta la resolución que determina el aporte estatal al que tiene derecho el partido político”, afirmó Chacón.