Costa Rica aboga por que el nuevo Gobierno de los Estados Unidos canalice, a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los recursos que la región necesita para reconstruir su economía de la crisis causada por la covid-19.
El país norteamericano, además de ser el socio mayoritario del BID, presidirá el organismo financiero hasta el año 2025. Según el canciller Rodolfo Solano, las decisiones que se tomen desde la Casa Blanca serán decisivas para Latinoamérica.
De acuerdo con Solano, lo fundamental es que durante los próximos meses, Estados Unidos y el Banco hagan “lecturas apropiadas de las necesidades de la región”, fortalezcan a la institución y la recapitalicen.
En una entrevista que concedió en diciembre a La Nación, el ministro de Relaciones Exteriores afirmó que el presidente electo Joe Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero, tiene apertura para buscar cómo apoyar las necesidades presupuestarias y de desarrollo del continente.
Sin embargo, antes deberá resolver los cabos sueltos derivados de la no reelección de Donald Trump.
En setiembre, los gobernadores del BID eligieron a Mauricio Claver-Carone, asesor para las Américas del presidente estadounidense Donald Trump, como presidente del BID. Sin embargo, dos meses después, el actual mandatario norteamericano fracasó en su intento de mantener el cargo por cuatro años más.
¿Qué significa el cambio de Gobierno para la conducción del BID?
“Eso será una decisión de las nuevas autoridades de los Estados Unidos, les toca hacer sus propias valoraciones. En lo que a Costa Rica respecta, es importante garantizar que el BID cuente con un fortalecimiento institucional y una recapitalización, y esa recapitalización viene por el socio mayoritario más importante, que es Estados Unidos”, afirmó Solano.
“Esa conversación está pendiente, pero por lo menos nosotros sí lo hemos puesto sobre la mesa, es un tema fundamental. Contar con un BID que haga las lecturas apropiadas de las necesidades de la región para llegar oportunamente a satisfacerlas, en infraestructura, en asistencia social y en asistencia técnica, garantizando que haya eficiencia, eficacia y transparencia. Y sobre todo, que haya equidad y acceso de los países que más lo necesitan”, añadió el ministro.
En Estados Unidos, la representación ante el BID es resorte del Departamento del Tesoro, cuya secretaria, según lo anunciado por Biden, será Janet Yellen.
Según el canciller costarricense, la futura jerarca deberá tomar un tiempo para valorar cómo proceder. Costa Rica, dijo Solano, le dará seguimiento al tema en los primeros meses del año.
“Es un espacio de la política interna norteamericana, pero que también impacta a los intereses de los países socios del BID”, aseveró Solano.
Por el momento, el Gobierno de Costa Rica cree estar en sintonía con el presidente electo de Estados Unidos. Esa fue la impresión que le quedó al mandatario Carlos Alvarado, cuando conversó por teléfono con Biden el 30 de noviembre.
“Siento que de parte de la administración Biden hay toda una apertura (...) parte de las conversaciones que tuvimos también con el presidente electo es cómo logramos fortalecer esta institucionalidad del Banco Interamericano para toda la región”, afirmó Solano.
‘¿Usted qué gana con una abstención?’
De acuerdo con el canciller, hasta cierto momento, fue alta la posibilidad de que la presidencia del BID quedara en manos de Costa Rica y de la exmandataria Laura Chinchilla. El “parteaguas”, según el canciller, llegó cuando Estados Unidos anunció la candidatura de Claver-Carone.
“Yo le puedo asegurar con total solidez que antes de que Estados Unidos anunciara a su candidato, Costa Rica tenía un sólido apoyo que podía estar llegando a nueve países de 15. La aspiración de la presidenta Chinchilla, basada en nueve grandes ejes temáticos de trabajo, venía siendo recibida con mucho agrado por socios regionales del Banco y socios externos”, afirmó Solano.
Chinchilla anunció que desistía de la aspiración el 3 de setiembre. La exmandataria criticó a Estados Unidos por romper, sin aviso previo, la costumbre de que la presidencia del organismo la ostente un latinoamericano.
Una semana después, Costa Rica votó a favor de Claver-Carone, luego de que el estadounidense se mostrara dispuesto a ayudar al país con financiamiento.
Para Solano, dadas las circunstancias, no tenía sentido que el país se rehusara a apoyar al norteamericano.
“Y si bien es cierto se podía entrar en una discusión de tradición no escrita, conveniente o no, que si tenía que participar o no un candidato de los Estados Unidos, lo cierto del caso es que a la asamblea llegó un solo candidato que tenía los votos necesarios para ser electo.
“Todavía nosotros 24, 48 horas antes no teníamos una definición. Pero también hay que entender esto: solo hay un candidato, ¿usted qué gana con una abstención, cuando lo importante es garantizar que el Banco Interamericano sea una respuesta a las necesidades?”, razonó el canciller.
Según el ministro, Costa Rica desistió de su candidatura pero no de la propuesta que Chinchilla impulsó. La expectativa del país, dijo, es que Estados Unidos y el Banco la implementen.
“Lo manifestamos en febrero, lo manifestamos cuando votamos y lo manifestamos ahora. Creemos que esa propuesta programática de Costa Rica reúne los intereses y las preocupaciones de toda la región”, aseveró Solano.