Canciller Manuel González sobre crisis migratoria de cubanos
El canciller costarricense, Manuel González, advirtió de que la región está ante las puertas de una crisis humanitaria si no se llega a una solución para garantizar el flujo de migrantes cubanos de Ecuador hacia Estados Unidos.
González intervino esta mañana en la primera de dos reuniones de cancilleres del Sistema de la Integración centroamericana (SICA), citados este martes, en el aeropuerto internacional Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en El Salvador.
A la cita acudieron también cancilleres y representantes estatales de Cuba, Ecuador, Colombia y México.
“No es momento de reproches ni de señalar culpables, pero la ausencia de voluntad clara de compromiso para alcanzar un acuerdo, podría desencadenar en una grave crisis humanitaria. Por lo tanto, el fracaso de esta reunión implicará el fracaso de la región y de cada uno de nosotros, pues todos somos responsables”, dijo González.
La crisis de migrantes cubanos se hizo visible luego de que el 14 de noviembre las autoridades migratorias costarricenses cerraran la frontera con Panamá a cientos de cubanos quienes intentaban llegar a Estados Unidos, mediante de una red de coyotaje.
La afluencia de cubanos hacia Estados Unidos se disparó desde el 2012, luego de señales de cercanía diplomática entre esa nación y Cuba, que terminó en diciembre del 2014 con el deshielo de las relaciones bilaterales luego de 53 años.
La normalización de relaciones diplomáticas activó las alertas de los disidentes cubanos en la isla, que temen que esta cercanía traiga al suelo los beneficios migratorios otorgados por EE. UU. a través de la Ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966, y que junto a la política de "pies secos, pies mojados", permite la entrada a ese país a los migrantes ilegales cubanos.
Una semana antes, la Policía de Migración costarricense desmanteló una red que tenía conexiones en los países de la región involucrados (Ecuador, Colombia, América Central, México y Estados Unidos), que cobraba entre $7.000 y $10.000 a los migrantes.
Al acumularse más de 1.600 cubanos en la frontera con Panamá, Costa Rica emitió visas humanitarias que permite el paso por el país para que sigan con su rumbo al norte.
Sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega repelió a los migrantes echando mano al Ejército, a punta de palos y gases lacrimógenos.
Desde la semana pasada, los cubanos siguen acumulándose en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, llegando ya a los 3.500, lo que llevó a González a solicitar una reunión de emergencia del SICA, donde participen los demás países involucrados.
En esta instancia, Gonzáles recalcó que se debe garantizar un tránsito seguro para los migrantes, que aprovechan el que Ecuador no les exige visa para entrar a su país, para usar esta nación como entrada al continente americana.
“Los países debemos acordar un conjunto de medidas que faciliten el tránsito seguro, ordenado y documentado de las personas migrantes cubanas, otorgándoles la protección adecuada frente al coyotaje, las redes internacionales de tráfico ilícito de migrantes o cualquier otra forma de explotación”, advirtió González.
“Demos un ejemplo al mundo de lo que la solidaridad centroamericana es capaz de lograr”, agregó.
Posición dura. Pese a la insistencia de González y el apoyo que la Iglesia católica centroamericana le ha dado a la posibilidad de un corredor humanitario para dar paso a los cubanos, el gobierno de Daniel Ortega mantiene su posición de cerrar la frontera.
“Deseamos instarles a ustedes, excelentísimos señores cancilleres, a propiciar el compromiso de sus gobiernos para encontrar una inmediata solución a la crisis mencionada, mediante la creación de corredor humanitario que permita el libre tránsito por sus países de las personas migrantes de nacionalidad cubana que pretenden llegar a Estados Unidos”, reza una nota del ecretariado Episcopal de América Central, enviado ayer a los cancilleres.
Así lo expuso el vicecanciller y embajador nicaragüense ante la OEA, Dennis Moncada, quien de advirtió que la posición del gobierno sandinista es “invariable”.
“El gobierno de Costa Rica ha creado y manipulado esta crisis que pretende desconocer e ignorar las causas y la responsabilidad de los Estados Unidos en el aliento de una migración insegura, indigna, desordenada e ilegal, que afecta a Cuba y que está afectando ya a la región centroamericana”, dijo Moncada.
"El gobierno de Nicaragua ratifica su posición de no prestarse a legitimar políticas ilegales que causan daño, sufrimiento y pérdidas económicas a seres humanos, familias enteras, gobiernos y pueblos de Cuba y la región”, agregó.