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El canciller Manuel González Sanz se negó a revelar 12 memorandos confeccionados por la embajada de Costa Rica en Brasilia, sobre la crisis política en Brasil, los cuales tenían como objetivo alimentar de información a la diplomacia costarricense.
González alega que los documentos contienen "referencias potencialmente sensibles y que pueden afectar la relación entre los dos países".
Así lo expresó el titular de Relaciones Exteriores en una nota enviada al diputado Rolando González Ulloa, de Liberación Nacional (PLN), con fecha del 3 de octubre del 2016.
El legislador había solicitado esas notas diplomáticas en el Congreso, luego que el canciller González se rehusó, el jueves anterior, a explicar las razones del desaire que el presidente Luis Guillermo Solís le hizo a su par brasileño Michel Temer en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el pasado 20 de setiembre.
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Ese día, Solís, junto Manuel González y la primera dama, Mercedes Peñas, abandonó la sala de sesiones de la ONU en el momento en que Temer iba a emitir su discurso. También salieron las delegaciones de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Al final, el canciller solo remitió siete memorandos al diputado del PLN y omitió entregar otros 12 que fueron enviados a San José entre el 18 de enero y el 5 de setiembre del 2016, con la aprobación del embajador Jairo Valverde.
"Luego de una revisión de los informes, con fundamento en el artículo 9 de la Constitución Política, que consagra la independencia de los Poderes y en ejercicio de las facultades establecidas en el artículo 140 inciso 12 de la Constitución Política, el Poder Ejecutivo estima conveniente mantener en reserva los informes políticos presentados por el jefe de la Misión Diplomática destacada en Brasil, cuyo contenido refiere, parcial o integralmente, a asuntos que pueden comprometer las relaciones bilaterales con dicho país", señala la misiva que lleva la firma de Manuel González.
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Ante la Sala IV. El envío de los memorandos al diputado del PLN, si bien tiene fecha del 3 de octubre, llegó la mañana de este jueves al despacho del legislador González, quien anoche presentó un recurso de amparo ante la Sala Constitucional, para tener acceso a toda la documentación relacionada con la crisis en Brasil y que motivó el desaire en la ONU.
El legislador del PLN alega que, aunque recibió respuesta, la información es parcial, por lo que considera que su derecho al control político está siendo coartado.
"Mantengo el recurso de amparo porque los informes son simples reportes noticiosos que no tienen profundidad y análisis", expresó Rolando González.
"Por principio, toda comunicación en materia gubernamental es información pública, excepto lo que sea declarado secreto de Estado o la documentación diplomática en proceso. En este caso, todos los hechos ya concluyeron, Dilma Rousseff fue destituida, Temer es el presidente, el Gobierno de Costa Rica se retiró en la ONU y el canciller vino a una comparecencia. No hay ninguna razón para que oculte la información, por ese motivo he presentado el recurso de amparo, acogido al derecho de petición que tengo como diputado y como ciudadano", agregó.
Lo entregado. Las siete notas diplomáticas que sí fueron entregadas —y de las cuales La Nación tiene copia— llevan fechas que oscilan entre el 11 de abril y el 12 de setiembre de este año; estas consisten en informes sobre hechos acontecidos en torno al juicio político (impeachment) contra la ahora expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, que a su vez deparó en la asunción de Temer al poder.
También, incluye un informe sobre cómo la prensa brasileña reportó el desaire de Solís en la ONU. En ese documento de dos páginas se citan reportajes de los medios de comunicación Estadão, Brasil 247, Correo Braziliense y Folha Sao Paulo.
Por ejemplo, así fue como la embajada en Brasilia informó a la Cancillería sobre la publicación de Correo Braziliense: "La redacción sobre la noticia es la misma de Estadão, la única diferencia es que dice que la última vez que un presidente de Costa Rica salió de la ONU fue durante la conferencia del expresidente de Irán, Mahmoud Admadinejad, cuando este negó la historia del Holocausto".
Inicialmente, minutos después del gesto de Luis Guillermo Solís en la ONU, la Cancillería adujo, en un comunicado de prensa, que la decisión obedecía a dudas sobre "ciertas actitudes y actuaciones", en materia democrática.
Posteriormente, el presidente Solís negó que la decisión "política" de salir del recinto de la ONU se debiera al proceso de destitución contra Rousseff.
Por el contrario, dijo que se debió a tres hechos acontecidos después: la posibilidad de que, en el Congreso de Brasil, se discuta un proyecto de amnistía interna, la opacidad de algunos de los procesos que se han seguido (después de la destitución) y la violencia contra la oposición política.
