Margarita Salas, candidata a diputada en el primer lugar por San José del partido Vamos, publicó un video proselitista en el que fumó una pipa con marihuana para abogar por la legalización del uso recreativo del cannabis.
El video fue publicado en redes sociales luego de que, el martes, la Sala IV comunicó que no encontró vicios de inconstitucionalidad en el proyecto que legalizaría el consumo medicinal del cannabis y la fabricación de productos industriales con base en el cáñamo.
El plan de ley, que fue convocado de inmediato por el presidente de la República, Carlos Alvarado, no contempla el consumo recreativo de marihuana; únicamente podrían sembrar plantas, para consumo personal, quienes tengan una prescripción emitida por su medico tratante.
Al respecto, la candidata de Vamos dijo en su video: “La Sala Constitucional no encontró vicios de fondo ni de forma en el proyecto para legalizar el cannabis medicinal y cáñamo, lo cual es un gran paso en la dirección correcta.
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“Pero lo que deberíamos estar hablando es de marihuana recreativa, porque yo sé qué es lo que voy a poner en este pipa, porque esto lo cultiva una amiga mía en su casa, pero la mayor parte de las personas que compran esto, en la calle, no tienen manera de comprobar la calidad y eso produce toda suerte de problemas de salud”.
“El tema de criminalizar el consumo de marihuana impacta con más fuerza a las personas con menos recursos y, frecuentemente, se utiliza también para redadas policiales racistas; impacta también mucho a las mujeres que terminan encarceladas por motivos de microtráfico”, argumentó la política.
“Además, la legalización del consumo recreativo de marihuana, del consumo de marihuana para todos los fines, podría traernos grandes beneficios fiscales; así que invito a Costa Rica a que avancemos en la legalización de la marihuana para todos los fines, para abandonar ese enfoque fallido de guerra contra las drogas, y acercarnos más bien a enfoques modernos, que no criminalicen”, continuó.
Margarita Salas fue comisionada presidencial del gobierno de Carlos Alvarado para la población LGBTIQ, pero renunció en abril por la inclusión de la cláusula de conciencia incluida en el plan de empleo público, la cual también fue avalada por la Sala IV.
El diputado liberacionista Roberto Thompson, uno de los impulsores del proyecto de cannabis, dijo estar a favor del uso recreacional, pero consideró que este tema polarizaría el país en momentos de campaña electoral y provocaría una distracción frente a temas urgentes de reactivación económica.
“Yo estoy a favor de la legalización del uso regulado de la marihuana recreativa y también creo que es una discusión que como país debemos poner sobre la mesa. Sin embargo, en este momento, nuestros esfuerzos deben concentrarse en el primer paso, que es la aprobación del proyecto de cáñamo y cannabis medicinal en su segundo debate; pero debe llegar el momento de discutirlo con seriedad”, enfatizó el liberacionista.
El legislador socialcristiano Erwen Masís concuerda en que debe legalizarse el uso recreativo del cannabis, pero estima que antes se debe crear una política pública en la que participen diferentes sectores de la sociedad.
“A estos sectores debemos acercarnos, antes que alejarlos por las formas. Legalizar una actividad conlleva algo más que la promoción de su consumo. Las formas cuentan, especialmente en comunicación política. El país debe prepararse primero en otros aspectos culturales, legales, de seguridad y alejarse de los tintes en medio de una campaña política, antes de dar el paso”, consideró el socialcristiano.
Amagos de discusión en Costa Rica
En el 2016, el entonces magistrado de la Sala III, José Manuel Arroyo, llamó a repensar la forma en que se castiga el tráfico de drogas en pequeñas cantidades por considerar que la política vigente llena las cárceles por asuntos “de poca monta”. El siguiente fue su argumento.
No basta con la ley para fines médicos: ¡Es hora de que sea para todos los usos! Desde la Asamblea impulsaremos levantar la prohibición para producirla, comercializarla y consumirla de forma recreativa. #VAMOSaLegalizarla pic.twitter.com/5LgH4iD1hE
— VAMOS (@Vamos_cr) December 1, 2021
Según Arroyo, el 20% de la población penitenciaria entró a la cárcel por drogas y la mayoría de estas personas fue condenada por narcomenudeo (cuando una persona vende pequeñas dosis, por ejemplo, cigarrillos de marihuana o piedras de crack). “No creo que tenga mucho sentido; esta es una discusión que la sociedad tiene que dar”, dijo el juez penal en aquel momento.
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En cambio, en el mismo año, el entonces fiscal general, Jorge Chavarría, afirmó que despenalizar el narcomenudeo generaría una mayor oferta de drogas, lo que implicaría mayores problemas entre bandas que pelean por controlar territorios, con la consecuencia de más asesinatos. “Si quieren dañar este país, despenalicen el microtráfico”, aseveró.
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Durante su mandato, la expresidenta Laura Chinchilla (2010-2014) apoyó la apertura de un debate regional, “con mucha rigurosidad”, sobre la posibilidad de despenalizar la producción, distribución y venta de drogas en Centroamérica.
Lo que han hecho otros países
Aunque muchos países han despenalizado el consumo y la posesión de marihuana, eximiendo de penas de prisión a los consumidores, son menos los que ofrecen un marco legal para su cultivo y consumo.
Hasta ahora, solo Uruguay y Canadá autorizan el cannabis recreativo, reportó la agencia de noticias AFP el pasado 24 de noviembre. En Canadá, la legalización limita la posesión personal a 30 gramos y a cuatro plantas por casa.
En cambio, el uso medicinal del cannabis está autorizado en unos treinta países en el mundo. En la Unión Europea, Holanda fue pionera en el 2003 y, desde entonces, está autorizado en 22 de los 27 países.
Uruguay se convirtió en diciembre de 2013 en el primer país del mundo en legalizar la producción, la distribución y el consumo de cannabis. Es posible conseguirlo de tres maneras: cultivarlo en casa para el consumo personal, acceder a él a través de un club de consumo o comprarlo en farmacia.
La compra es nominativa, limitada a 40 gramos mensuales por usuario. El gobierno autorizó a dos empresas privadas producir y distribuir marihuana.
Otros países latinoamericanos legalizaron el uso terapéutico del cannabis: Chile a finales de 2015, Colombia en 2016, Argentina, México y Perú.
En Estados Unidos, la ley federal prohíbe cultivar, vender o usar marihuana. Sin embargo, el consumo recreativo fue legalizado en 16 estados y en la capital, Washington DC.
El último en hacerlo fue el estado de Nueva York, que autorizó en marzo de 2021 la posesión y el consumo de marihuana recreativa para adultos a partir de 21 años.
El uso terapéutico está permitido en 33 de los 50 estados.
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