El presidente de la República, Carlos Alvarado, rechazó reducir el impuesto a los combustibles a raíz del incremento del barril de petróleo por el ataque de Rusia a Ucrania, pero enviará un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa, el próximo lunes, con el propósito de congelar el tributo durante 12 meses.
Alvarado aseguró que esa es una medida “preventiva pero responsable con el equilibrio de las finanzas públicas”, para evitar que el precio de los combustibles se dispare dramáticamente en el país por el conflicto armado en Europa del Este. De aprobarse en el Congreso, el Gobierno congelaría el impuesto a los combustibles en su valor actual por un año, con lo que renunciaría a cuatro ajustes trimestrales.
El Poder Ejecutivo no considera correcto impulsar una rebaja en el impuesto a los combustibles, como la planteada por el candidato presidencial de Liberación Nacional, José María Figueres, quien abogó por una disminución de ¢100 por litro (hoy un litro de gasolina súper vale ¢765).
“El Gobierno de la República estima que, considerando el peso de la recaudación de este impuesto sobre el componente de ingresos del Estado, no puede llevarse adelante una reducción o eliminación temporal, debido a que, por la situación fiscal que atraviesa el país, ello podría conllevar a una situación de desajuste en las finanzas públicas que, a su vez, provocaría un impacto grave en la estabilidad financiera del país con las respectivas consecuencias negativas para la población costarricense”, señala la exposición de motivos del proyecto.
De acuerdo con las tarifas vigentes, el impuesto selectivo de consumo a los combustibles equivale al 36% del precio final del litro de gasolina súper, 35% de la gasolina Plus 91 y 23% del diésel. Los ajustes en ese componente se realizan por concepto de inflación. En el tercer trimestre del 2021, por ejemplo, el incremento tributario fue de ¢2 para las gasolinas y de ¢1 para el diésel.
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El artículo único de la propuesta establece la suspensión de los ajustes trimestrales, siempre y cuando representen un incremento en el costo de los combustibles. En caso de que se produzca una reducción del índice de inflación, el impuesto sí deberá ajustarse a la baja.
La iniciativa también señala que, cuando se levante la suspensión, después del año previsto, se tomará como base el valor nominal de impuesto vigente al momento de la aprobación de la propuesta.
El Gobierno añadió que impulsa esa medida temporal “con el objetivo exclusivo de que, si como consecuencia de la situación actual se producen variaciones en el precio interno de los productos derivados del petróleo, tales fluctuaciones sean con motivo de las variaciones de los precios internacionales y no por variaciones en el monto del impuesto”.
La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) anunció el jueves que Costa Rica se verá “seriamente” afectada por el aumento de los combustibles, producto de la escalada de los costos del petróleo, como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
La empresa estatal advirtió, mediante un comunicado de prensa, que el inminente repunte de precios locales por el conflicto se reflejará este 11 de marzo en su solicitud de ajuste extraordinario que le corresponde plantear ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Otras propuestas
El diputado Erwen Masís, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), presentó el miércoles un proyecto de ley con ese mismo propósito. Ese plan se tramita bajo el expediente 22.914.
“La propuesta consiste en fijar un techo temporal al impuesto único aplicado a todos los combustibles, para contener los aumentos periódicos que se realizan al impuesto, durante un periodo de 12 meses.
“De manera que, durante los 12 meses posteriores a la entrada en vigencia del presente proyecto de ley, cada vez que se someta a revisión la fórmula del impuesto, si corresponde un aumento, el mismo se suspenda y se mantenga el monto que se encuentre vigente, pero, si corresponde una baja en el impuesto, que la misma se haga efectiva como corresponde”, señala la iniciativa del socialcristiano.
Mientras que, este mismo viernes, el candidato liberacionista le pidió al mandatario impulsar una rebaja de ¢100 en el impuesto a la gasolina y el diésel, a raíz de la crisis en Ucrania.
De acuerdo con José María Figueres, esa medida se podría aplicar durante un año, mediante un proyecto que recibiría el apoyo del PLN.
La rebaja propuesta por Figueres equivaldría a un 40% del impuesto a la gasolina y a un 65% del tributo al diésel. Álvaro Ramírez, candidato a vicepresidente, afirmó que Hacienda dejaría de percibir $350 millones en un año, monto que, según dijo, sería compensado con parte de las utilidades de las empresas públicas, incluyendo los bancos estatales.
También propuso reducir el gasto público en rubros como la gestión de la deuda pública, así como cobrar por la huella de carbono de productos importados.