Las universidades públicas tienen que explorar la posibilidad de conseguir fondos propios para reinvertirlos en su financiamiento, independientemente de que reciban aporte estatal para sostenerse.
Así lo propuso el presidente de la República, Carlos Alvarado, al considerar que las casas de estudios tienen un enorme potencial para vender, por ejemplo, servicios de investigación que generen ingresos como lo hacen universidades de países como Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.
“¿Y cómo los utilizan? Los reinvierten en sus facilidades, en sus estudiantes, en su investigación. Eso a mí me parece es algo que Costa Rica tiene que explorar”, propuso el mandatario.
Alvarado hizo esa sugerencia al referirse a las declaraciones de su ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, quien la semana pasada invitó a las universidades que se financian con los impuestos de los costarricenses a generar sus propios fondos para sostener sus gastos, en caso de que se excluyan de la aplicación de la regla fiscal.
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La Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Nacional (UNA), la Universidad Estatal a Distancia (UNED), el Instituto Tecnológico (Tec) y la Universidad Técnica Nacional (UTN) se niegan aplicar en sus presupuestos la regla fiscal, la cual es una norma incluida en la reforma tributaria, vigente desde finales del 2018, que limita el crecimiento del gasto corriente de las instituciones según el nivel de endeudamiento del Estado.
Aunque esos centros de enseñanza se financian mediante el Fondo Especial para el Financiamiento de la Educación Superior Universitaria Estatal (FEES), cuyo presupuesto para el 2020 se estima en ¢513.000 millones, los rectores alegan que esa norma violenta la autonomía universitaria consignada en la Constitución Política en los artículos 84 y 85.
De momento, la Sala IV analiza un recurso de inconstitucionalidad presentada por los rectores en contra de los incisos que sustentan la normativa y su aplicación.
Aunque Alvarado no tiene claro si los recursos que puedan generar las universidades a través de la venta de servicios sustituiría el FEES o sería un complemento, insistió en que el país debe explorar esa área.
En ese particular, citó que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se está abriendo a la posibilidad de hacer ensayos clínicos controlados con la participación de la industria farmacéutica, a cambio de facilitar el acceso de sus pacientes a las terapias innovadoras que estas empresas están desarrollando.
“Eso permite generar fuentes para financiar la Caja, tener investigaciones clínicas que permitan acceso a medicamentos más baratos. Es una forma de aliviar el financiamiento de la Caja y poder financiar otras cosas.
“En ese contexto, yo veo que hay una veta de trabajo. Mi estilo no sería decir (a los rectores) ‘vaya y busquen sus fondos propios ‘, mi estilo sería decir ‘aquí hay una gran oportunidad como país que tenemos y tenemos que explotarla’, en ese contexto vería más eso más que una política que como gobierno empujamos e incentivamos”, puntualizó Alvarado.