El presidente de la República, Carlos Alvarado, vetó parcialmente este jueves el proyecto de legalización de cannabis medicinal y cáñamo industrial. El mandatario informó de que tomó la decisión por razones de oportunidad y conveniencia, de acuerdo con la potestad que le otorga la Constitución Política.
El Poder Ejecutivo objetó que el plan aprobado por los diputados permita el autocultivo y autoconsumo de esa planta, según lo permitirían los artículos 5, 25 y 26 de la iniciativa aprobada por los diputados.
El artículo 5 plantea el libre cultivo, producción, industrialización, comercialización de cáñamo o cannabis no psicoactivo y sus productos o subproductos para fines alimentarios e industriales.
El numeral 25, por su parte, refiere a la acreditación de la condición de paciente, a la que se le autoriza el consumo de cannabis psicoactivo de uso médico o terapéutico. En tanto, el 26 permite el cultivo de una cantidad limitada de plantas de cannabis psicoactivo para el autoconsumo de estos pacientes.
El texto completo del veto se puede leer en este enlace.
La contrapropuesta de Alvarado
En el veto enviado a la Asamblea, de 56 páginas, el presidente alega, primero, que el proyecto aprobado se debe armonizar con los instrumentos internacionales sobre sustancias psicotrópicas, limitando el cultivo para fines médicos e impedirlo para uso ilícito.
Alvarado argumenta que el artículo 5 del proyecto deja por la libre el cultivo del cáñamo y que eso plantea un problema serio de control y fiscalización de la actividad, además de que “representa un portillo para que una acción lícita sea utilizada por grupos de crimen organizado para encubrir el cultivo ilegal de cannabis”.
En tercer lugar, el veto presidencial afirma que el autocultivo del cannabis para uso medicinal es improcedente técnicamente y que constituye un alto riesgo para la salud pública, porque “se asume indebidamente que la planta, por sí misma, tiene efectos terapéuticos y medicinales”.
“Lo anterior carece de sentido técnico, dado que los médicos prescriben medicamentos debidamente registrados y, haciendo la analogía, no resulta viable suponer que una planta sin procesar tendrá los mismos efectos que un medicamento”, dice la propuesta.
En síntesis, el Ejecutivo propone eliminar los artículos 25 y 26 totalmente, y reformar el 5, para que únicamente se permita el cultivo, producción y comercialización del cáñamo bajo el sistema de licencias, para fines alimentarios e industriales.
‘Creo en el diálogo’
“La experiencia durante nuestra propia administración ha demostrado que cuando hay voluntad política estas soluciones son factibles y expeditas, como sucedió con la ley de voto informado.
“Porque creo en la capacidad de diálogo de todos los actores, y porque compartimos el objetivo fundamental de impulsar el cáñamo industrial y el cannabis medicinal, confío en que la mayoría de la Asamblea Legislativa acogerá esas observaciones y esta ley podrá estar firmada y vigente muy pronto, para beneficio del país”, manifestó Alvarado este jueves.
El veto lleva no solo la firma de Alvarado, sino también de Geannina Dinarte, ministra de Presidencia; Daniel Salas, de Salud; Michael Soto, de Seguridad Pública, y Renato Alvarado, de Agricultura y Ganadería.
Además, el documento incluye los oficios enviados por esos mismos jerarcas con respecto a la iniciativa de ley de la independiente Zoila Volio.
Pese a los alegatos en contra de la iniciativa, el mandatario manifestó el miércoles que desea que el proyecto se convierta en Ley de la República.
“Hay un tema particular con el autocultivo y autoconsumo, que es uno de los temas de debate. Si el objetivo es reactivación, pues el autocultivo y autoconsumo no genera reactivación por definición, no es una actividad económica.
“Entonces el proyecto tendría que estar basado en la Salud. Algunas personas han argumentado ‘bueno, es que el autocultivo y el autoconsumo hoy no es penado’, y eso es cierto, en efecto.
“Ese no es el problema; el tema es que si se va a meter bajo la categoría de Salud, hay una responsabilidad ahí de que eso efectivamente cumpla el otro objetivo, que es curar personas, pero ¿qué pasa si no se puede tutelar ese otro objetivo de manera correcta?”, cuestionó el mandatario ese día.
Según alegó el mandatario, los artículos que él cuestiona no tienen nada que ver con la reactivación económica y, más bien, generarían “riesgos para la salud pública y para la seguridad ciudadana”, como adujeron los ministros de Salud, Daniel Salas, y Seguridad Pública, Michael Soto.
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Carlos Alvarado insistió en que apoya la propuesta, pero sostiene que debe corregirse ese aspecto. El mandatario añadió que si los diputados lo que realmente buscan es legalizar el autoconsumo de marihuana recreativa, deberían hacerlo a través de otro proyecto de ley que está presentado en el Congreso.
El Poder Ejecutivo también evaluaba pedir a los diputados una reducción del 1% al 0,3% el porcentaje de THC (tetrahidrocannabinol, componente que genera el efecto psicotrópico) permitido para los productos legalizados.