En su segunda incursión como diputado del Partido Liberación Nacional (PLN), el abogado y empresario turístico Carlos Ricardo Benavides, de 49 años, asume desde este miércoles las riendas del Congreso.
Quienes lo conocen coinciden en señalar que la experiencia acumulada por Benavides, tanto como legislador como en puestos en gobiernos liberacionistas, lo ha curtido en el arte de la negociación política.
“Una cosa es un diputado que ha pasado por el gobierno, que tiene vocación de gobierno y un sentido de responsabilidad con el avance del país, y otra cosa es un diputado que no ha pasado por el gobierno y que no tiene el mismo sentido de responsabilidad.
"La experiencia legislativa y la que ha tenido como ministro lo hacen tratar de contribuir a que temas rezagados de la agenda nacional traten de avanzar”, afirmó el exdiputado Mario Redondo, quien coincidió con Benavides en el Congreso en el periodo 2002-2006.
En aquella época, Redondo era diputado del partido de gobierno (Unidad Social Cristiana), mientras que el verdiblanco llegaba por primera vez al alto de cuesta de Moras, a los 32 años.
El socialcristiano sostiene que incluso desde partidos opuestos, ha encontrado en Benavides a un político cordial y abierto al diálogo.
“También como alguien que actúa de buena fe. A veces a uno le toca negociar con alguien que juega de chapita y él no, me parece que es alguien que juega con las cartas sobre la mesa”, comenta Redondo.
El hogar de Benavides los conforman su esposa, Juliana Sibaja, y su hijo Carlos Andrés, de tres años.
Ambos lo acompañaron desde temprano en la jornada de este miércoles. También estuvieron presentes su hermano, el humorista Mauricio Astorga, y sus papás, Eduardo Benavides y Ester Jiménez.
Desde Puntarenas al Congreso
La carrera política de Carlos Ricardo Benavides inició en Puntarenas, de donde es oriundo.
Carlos Roverssi, exministro de Comunicación de la administración Chinchilla (2006-10), recuerda que conoció a Benavides cuando este era dirigente de la juventud liberacionista en esa provincia, a inicios de los 90.
Roverssi relató que fue a pedirle apoyo de cara a una elección que debía realizar el PLN, pero en forma jocosa recordó que el puntarenense se lo negó.
“Es un tipo muy ejecutivo, tiene claro qué quiere y hacia dónde va. Es muy de equipo (...), muy exigente con la gente que trabaja con él, muy detallista, probablemente por su profesión de abogado es muy administrativista, es muy minucioso. Es muy planificador, pero igual lo he visto muy solidario, muy humano. Me parece que es uno de los políticos más inteligentes que hay en este momento en el país”, comenta Roverssi.
Minutos antes de la votación para la presidencia legislativa, la fracción del PLN compartió con el excandidato presidencial y exjerarca del Congreso Antonio Álvarez, quien auguró que la capacidad de diálogo y la prudencia que caracterizan a Benavides serán sus principales herramientas durante los próximos 12 meses.
“Es una persona muy equilibrada, muy prudente, es una persona muy planificada y además de diálogo. Y creo que planificación y diálogo son elementos importantes para estar en la presidencia”, afirmó Álvarez.
Diputado y ministro
Carlos Ricardo Benavides es abogado, graduado de la Universidad de Costa Rica (UCR) con una especialidad en Derecho Público, en 1994.
Además de la política, ha estado involucrado con la actividad turística como empresario del sector gastronómico. También fue presidente de la Cámara de Turismo de Puntarenas.
Fue electo como diputado del PLN por primera vez en 2002, por esa misma provincia. En el 2005, al inicio de la última legislatura de ese periodo, fue nombrado jefe de su fracción, en la que también estuvo la ahora expresidenta de la República, Laura Chinchilla.
En 2006, el entonces mandatario Óscar Arias lo designó como ministro de Turismo. En ese cargo se mantuvo hasta setiembre del 2009, cuando renunció para apoyar la campaña presidencial de Chinchilla.
“Lo ha hecho muy bien. El auge que ha tenido el turismo en los últimos años es impresionante”, señaló Arias en conferencia de prensa, luego de recibir la dimisión de Benavides.
Durante la gestión de Chinchilla, Benavides fungió como ministro de Turismo y Deportes, hasta que la expresidenta lo nombró ministro de la Presidencia, en procura de salvar la negociación política entre el Gobierno y el Congreso, la cual se había deteriorado con el jerarca anterior, Marco Vargas.
Cuando asumió dicho cargo, aseguró que, en su opinión, “no hay ninguna relación que no pueda ser mejorada”.
A la Asamblea Legislativa regresó en 2018, representando a San José y como jefe de la fracción mayoritaria del Congreso, con la promesa de generar “diálogo y negociación efectiva” y con la consigna de acabar con la costumbre legislativa de retrasar la toma de decisiones.
En el primer año de la administración actual, promovió la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y del nuevo reglamento legislativo.
Además, en octubre, presentó un proyecto de ley para facilitar la aplicación de castigos a las personas que participen en huelgas ilegales, así como a las que cometan abusos como llamar a bloquear calles o a sabotear instalaciones públicas.