Cartago. Fue construido en 1997 como un símbolo del poder ciudadano, pero ha sumado críticos al grado de que el Ayuntamiento de Cartago se tomó la molestia de consultar a los ciudadanos, en una encuesta, si estaban de acuerdo con su demolición.
Se trata del obelisco ubicado en el centro de la Plaza Mayor de la ciudad, frente a las ruinas de la parroquia de Santiago Apóstol y frente al palacio municipal.
En noviembre pasado, el Concejo habilitó un sondeo electrónico para que los vecinos apoyaran o rechazaran la remodelación de la plaza, lo que incluye la eliminación del monolito.
De casi 1.950 personas que participaron, el 78% estuvo de acuerdo con remodelar y el 22% con dejar la zona tal como está hoy.
“La gente opinó que quitemos el obelisco, por lo que es muy posible su desaparición, ya que la consulta fue hecha para tomarla en cuenta en los trabajos de restauración que vamos a hacer”, comentó el alcalde de Cartago, Rolando Rodríguez.
En junio del 2002, un grupo de más de 2.000 vecinos presentó a la Municipalidad cartaginesa una carta para solicitar la eliminación de la estructura cónica.
Ellos argumentaban que el obelisco afea el antiguo parque central, además de que pocos conocen su significado.
En lugar del monolito, estos ciudadanos pedían el levantamiento de un quiosco central donde se pudieran celebrar conciertos con la Banda Nacional, por ejemplo, de manera que la gente no se tenga que exponer a la lluvia o al sol.
Esta semana, el alcalde de Cartago explicó que el nuevo diseño de la Plaza Mayor está muy avanzado en manos de los arquitectos municipales.
El proyecto, que cuenta con un presupuesto de ¢250 millones, fue avalado por la Contraloría General de la República y se llevará a cabo durante este semestre.
Según Rodríguez, el concepto del proyecto es fusionar el pasado, el presente y el futuro de la ciudad cartaginesa.
El obelisco tuvo un costo de ¢5 millones hace casi 20 años. En esta década, ha sido utilizado hasta de árbol de Navidad, en la época de diciembre.
Para el año en curso, el gobierno local de Cartago también planea restaurar el mercadito de carnes (Bazar San Luis), una edificación que es patrimonio histórico arquitectónico.